Uno de los heridos, ingresado en el HUCA por un fuerte golpe en la cabeza

Los otros cuatro heridos, de origen filipino, fueron dados de alta. Tres fueron atendidos en el Hospital de Jove por magulladuras en piernas y abdomen, así como por algún dedo roto, mientras que el cuarto fue derivado al servicio de Traumatología del Hospital de Cabueñes, ya que tenía un brazo roto y se le tenía que hacer una exploración más profunda.

Los marineros filipinos, una vez ya en el buque, que se encontraba ayer atracado en la ampliación de El Musel, señalaron a este periódico que «estamos bien». Los tripulantes solo dijeron eso con una señal del dedo pulgar hacia arriba, ya que los responsables de la naviera irlandesa Arklow Shipping no les permitían hacer más declaraciones.

De cualquier modo, a pesar de las recientes heridas se pudo ver ayer a estos tripulantes de vuelta al trabajo en la cubierta del barco. Unos trataban de reparar los desperfectos causados por la ola que barrió la cubierta, como barandillas dobladas, una jaula de izado con barras rotas y una escala completamente doblada, entre otras cosas. Otra parte de la tripulación estaba dedicada a las labores de embarque de clínker en la recién estrenada terminal de Tudela Veguín en el Muelle Norte.

Los cinco heridos mostraron su agradecimiento a la tripulación del 'Helimer Cantábrico' una vez finalizado su rescate y ello a pesar de las reticencias que tenían a ser izados por la grúa del helicóptero en plena noche y en unas condiciones en las que las olas se aproximaban a los nueve metros de altura, lo que hacía muy difícil la operación. Al llegar a la base del helicóptero en El Musel, los servicios médicos ya estaban esperando a los heridos, que fueron atendidos de inmediato y derivados a los hospitales.