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La presencia de hielo complicó la circulación en el puerto de San Isidro, la carretera de acceso a Fuentes de Invierno. JESÚS MANUEL PARDO

La nieve acumulada en el acceso a las estaciones de esquí provoca retenciones y protestas

Valgrande no pudo abrir al público mientras que la circulación a Fuentes de Invierno se complicó por la presencia de hielo en la calzada de San Isidro

ALEJANDRO FUENTE

Lunes, 4 de febrero 2019, 02:31

Todo apuntaba a que iba a ser un buen domingo en lo que a la práctica del esquí en las estaciones del Principado se refiere. Pero la jornada de ayer pronto se tornó en una pesadilla. La mañana fue caótica tanto en los ... accesos de Fuentes de Invierno, por el puerto de San Isidro -AS-253-, como por el vial para poder dirigirse a las pistas de Valgrande-Pajares desde la carretera nacional 630. Las causas eran diferentes, pero el resultado fue el mismo en ambas zonas: malestar de los usuarios. Donde mejor pintaba era en las pistas alleranas. Los alojamientos estaban llenos -cerca de un 90% de ocupación, informaba la asociación sectorial, Allerexperiencias- y había una buena previsión meteorológica tras las precipitaciones de la borrasca 'Helena', que obligó a cerrar el sábado. Pero fue mucha la nieve caída, lo que generó que la carretera estuviera cortada formándose largas colas en el núcleo de Cuevas, poco después de Felechosa. En Lena, el trapeo se sumó a la falta de mantenimiento en la limpieza vial por la huelga de trabajadores de las instalaciones deportivas el día anterior. Los empleados, que iniciaban su turno a medianoche, no podían llegar hasta donde estaban las quitanieves. Al final, el vial se abrió después de las 13.30 gracias a la maquinaria de Fomento, la que se usa para el puerto. La dirección ya había anunciado el cierre a primera hora.

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Poco después de las 9.30 horas se abría la circulación en San Isidro. Lentamente, comenzaba a moverse la larga cola de turismos. Las retenciones fueron constantes; el hielo obligaba a circular con cadenas, ni siquiera se podían usar solo neumáticos de nieve. Los conductores se bajaban a poner el hierro en las ruedas -eso quienes iban preparados-. Todo esto generó que la circulación se detuviese y que los usuarios se tuvieran que armar de paciencia. Al final, la paciencia tuvo premio y fueron muchos quienes pudieron disfrutar de las pistas alleranas, tras el intenso trabajo de la plantilla para preparar la superficie tras la nevada del sábado. «En la jornada dominical, se abrió la totalidad de las instalaciones con nieve de calidad polvo lo que, junto con los cielos despejados que acabaron por imponerse, permitió el disfrute de un nutrido grupo de usuarios», se señalaba desde la dirección. Permanecieron en servicio cinco remontes, con 15 pistas y 8,7 kilómetros esquiables. Fueron unas 1.700 las personas que pasaron por el torno de acceso. «De cara a la siguiente semana -por la que comienza hoy-, se espera un tiempo más estable, lo que junto a la nieve acumulada hace pensar en unas favorables expectativas para los esquiadores».

En El Brañillín, la urbanización junto a las pistas lenenses, había desde la noche del viernes unas 200 personas incomunicadas. Algunos clubes acusaban de esta situación a la plantilla por lo que consideraban una «huelga encubierta». Durante el sábado hubo un paro y no se pudieron realizar las labores mínimas de mantenimiento en la estación, por lo que las consecuencias se sufrieron ayer.

Al trabajo en helicóptero

El comité de huelga, que mantiene el segundo paro para el viernes 8, indicó que «no se pudo acceder a las instalaciones con normalidad, al encontrarse la estación con los accesos impracticables por la acumulación de nieve». Y añadió que esta situación es consecuencia «de la total falta de previsión del Principado que en el día anterior, coincidiendo con la primera jornada de protesta, no determinó los servicios mínimos que hubieran evitado el colapso de la vía que da acceso, al hacer en la práctica un cierre patronal encubierto, con el anuncio de la clausura de la estación». «La improvisación llegó al extremo de llegar a movilizar en dirección a Pajares un helicóptero para permitir al personal llegar hasta las máquinas quitanieves, pese a la escasa visibilidad por niebla, y que al parecer finalmente fue desviado, dándose la paradoja de que no se entrega la ropa a los trabajadores y en cambio no hay reparo para mover un aparato del 112 con los costes que ello conlleva», se quejaban desde la plantilla.

El Principado ya tiene lista una oferta: dotar a los trabajadores solo de parte de la ropa que reclaman ya que esta compra se podría realizar mediante un contrato menor, lo que implica que se acorten los plazos de entrega. «Hacemos un llamamiento a la Administración regional para que cumpla con la obligación legal de facilitar los medios de seguridad a los trabajadores para el desempeño de sus funciones conforme a lo establecido en la Ley de Seguridad e Higiene en el Trabajo y evitar el resto de jornadas de paro convocadas en el mes de febrero», advirtieron los trabajadores.

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