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LUCÍA RAMOS
LLANES.
Martes, 21 de agosto 2018, 03:37
Era cuestión de tiempo que, en su minuciosa búsqueda de cualquier pista o detalle que ayude a resolver el brutal asesinato a golpes de Javier Ardines, los investigadores de la Comandancia de Gijón de la Guardia Civil se centrasen en la que era ... la profesión -y la pasión- del único concejal de IU en el Ayuntamiento de Llanes. Por eso, a quienes ayer por la mañana se encontraban en las inmediaciones del puerto pesquero de la capital llanisca no les extrañó ver cómo, acompañados por el compañero de faena del edil y pescador, varios agentes de la Policía Judicial subieron a bordo de la embarcación de la que el político era patrón, la 'Bramadoria', en busca de pruebas. «Estuvieron tomando fotografías y estudiando los objetos y la maquinaria que había en el barco», relataba a este diario uno de los habituales del muelle.
Y es que, aunque en el entorno más próximo a Ardines insisten en que tras el crimen que ha conmocionado a toda la región hay una motivación relacionada con la actividad política de Ardines, los investigadores mantienen abiertas todas las hipótesis.
El registro de la embarcación, además, permitirá ponerla a disposición de la mujer y los hijos del concejal y pescador, según indicaron fuentes de la investigación. Las pesquisas, agregaron, siguen su curso, según el procedimiento que habitualmente se pone en marcha en este tipo de sucesos.
Así, los investigadores ya han remitido al Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, en Madrid, los restos biológicos encontrados en el cadáver del político, así como en otros objetos presentes en el escenario del crimen, como pueden ser las vallas de obra que, se cree, fueron utilizadas para obligar al edil a detener su marcha y bajarse de la furgoneta que conducía de camino a su trabajo como pescador. Los agentes de la Comandancia de Gijón de la Guardia Civil encargados del caso aguardan ahora a que los técnicos les comuniquen los resultados para seguir avanzando con las averiguaciones.
Desde que un vecino de la localidad de Belmonte de Pría encontrara el cuerpo sin vida del concejal y pescador llanisco tendido sobre el asfalto del camino que llevaba a su domicilio, con tres fuertes golpes en la cabeza y en el rostro, los agentes de la Policía Judicial trabajan sin descanso en busca del autor o autores del brutal crimen. Además de tratar de reconstruir, con la ayuda de su entorno más cercano, cómo fueron los últimos días de vida de Ardines, con qué personas hablaba y se reunía en busca de algún posible conflicto, los investigadores recabarán también en los próximos días los testimonios de concejales y trabajadores municipales, así como del grupo de amigos que asistió a una parrillada organizada por el edil el pasado miércoles, un día antes de su muerte.
Y mientras la investigación avanza, el hondo dolor que el asesinato de Javier Ardines ha generado en el concejo de Llanes sigue presente. Ayer mismo, los miembros de la Cofradía de Pescadores San Ana de Llanes, a la que pertenecía el fallecido, le rindieron un sentido homenaje en la rula, guardando un minuto de silencio en su memoria antes de que comenzase la subasta de las capturas de la jornada. A la misma acudieron, además, el director general de Pesca del Principado, Francisco González, así como representantes de Izquierda Unida y del PSOE además de varios vecinos.
Momentos antes del homenaje, el patrón mayor de la Cofradía, Ángel Batalla, recordó que el edil asesinado «era un amante de la mar, un emprendedor» y «nunca la dejó por la política». «Él vivía de su medio, de su barco, no cobraba nada del Ayuntamiento», recalcó. Visiblemente indignado, el veterano pescador manifestó que «quien haya hecho esto -por el ataque a Ardines- es un sinvergüenza. Es el mayor canalla que pisa la faz de la Tierra». «La forma en la que apareció, cómo le mataron, sabiendo que le esperaron... Es un dolor para nosotros», reconoció.
Ángel Batalla también aseguró desconocer si el concejal había recibido amenazas e indicó que ni él ni sus compañeros notaron nada raro. «Nosotros llegamos de la mar y luego cada uno se va para su casa. Cada uno tenemos nuestra vida», agregó, además de manifestar que en su opinión el crimen no está relacionado con la actividad pesquera. «En el entorno nuestro no es, aquí no hay tanto odio como el que manifestaron quienes le atacaron», si bien recalcó que «tendrá que ser la Guardia Civil la que busque al culpable, pues todo lo demás son hipótesis».
Ya por la tarde, fueron los vecinos del concejal quienes le rindieron homenaje en Nueva de Llanes, población con la que Ardines estaba vinculado familiarmente y capital del valle de San Jorge. En torno a medio millar de personas, entre las que se encontraban familiares del fallecido, se dieron cita en una plaza de Laverde Ruiz en la que el absoluto silencio expresaba mejor que cualquier palabra lo sobrecogidos que están en el concejo.
«Nos han matado a un vecino, a un padre, a un esposo, a un hijo, a un abuelo y a un amigo. Y lo han hecho de forma cobarde, ruin, con nocturnidad, premeditación y alevosía. Y con todo ello nos han matado un poco a todos», dijo el alcalde pedáneo de Nueva, Lucio Carriles. Con la concentración, agregó, los vecinos quisieron manifestar su «tristeza, pena, indignación y conmoción», pues, reiteró, «han ido a por él, lo han estado esperando, han estudiado sus movimientos y han acabado con él». Manifestó, también, su «total apoyo y solidaridad con la familia» del edil asesinado.
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