![La nave A de la planta de basura bruta, afectada por el incendio del 24 de abril.](https://s2.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2024/05/08/94200181--758x531.jpg)
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Cogersa reunió ayer a su consejo de administración para abordar dos asuntos capitales: la situación tras el incendio de la planta en la que basaba su nuevo modelo de gestión, y su primer plan estratégico, nacido para fijar las prioridades del periodo 2024-2027. En contra de su transparencia habitual, Principado y consorcio optaron por no comunicar los acuerdos alcanzados.
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Han pasado 16 días de un incendio con implicaciones en varios frentes. De las cinco naves que componen la planta de basura bruta, las llamas inutilizaron la primera, dedicada a la recepción y pretratamiento tanto de los muebles y enseres domésticos, como de las bolsas que los asturianos dejan en el contenedor de desperdicios mezclados. Sin ese espacio operativo, la 'plantona' no puede funcionar.
Cogersa invirtió 62 millones en esta fábrica, que activó el 2 de enero, inauguró el 18 del mismo mes y sigue sin recepcionar. En marzo Valtalia, la sociedad a la que confió su construcción y puesta en servicio, realizó las pruebas de garantía acordadas por contrato, sin cumplir los valores exigidos; ambas partes pactaron repetir los ensayos, en la idea de poder superar estos exámenes a lo largo de mayo.
El incendio del 24 de abril ha hecho saltar por los aires esa previsión, y complicado a las partes implicadas. La planta fue diseñada y construida por Valtalia, bajo supervisión de Cogersa y con la asistencia técnica de Tragsa, sociedad pública a la que a su vez se contrató por nueve millones al año para que reclutara a los 48 operarios que estaban haciendo funcionar la instalación.
Fuentes próximas al consorcio indican que en la reunión de ayer se explicó que la Guardia Civil sigue investigando las causas del siniestro, lo que requiere preservar el escenario. Además, cada una de las partes implicadas cuenta con seguros y peritos interesados en aclarar la cadena de responsabilidades. En un primer momento el consorcio atribuyó la deflagración al movimiento de algún enser doméstico que debía tener material inflamable, pero queda aclarar si el foso en el que pudo tener lugar el fuego contaba con las medidas contra las llamas apropiadas, y si los equipos respondieron con la celeridad esperada.
En la reunión de ayer se pidieron dos semanas más de margen para tener una evaluación de cómo recuperar la instalación. En el proyecto básico que se licitó, la nave A tenía un presupuesto de 5,4 millones sobre un total de 28,3. Reajustes y ampliaciones posteriores elevaron el contrato final a esos 62 millones.
La nave sufrió daños en techumbre, placas solares, maquinaria e instalación eléctrica. Existe un antecedente sobre el proceso que está por venir. En octubre de 2022 Cogersa sufrió otro incendio, que arruinó dos terceras partes de su planta de residuos no peligrosos. En diciembre de 2022 Cogersa tenía aprobado una propuesta de proyecto y en febrero de 2023 formalizó también con Tragsa un contrato de dos millones y 12 meses de plazo inicial para ultimar el proyecto y ejecutar las obras.
En el perfil del contratante de Tragsa se especifica que en base a ese encargo necesita subcontratar un suministro a pie de obra. Acaba de seleccionar quién se lo hará. Su idea es tener este refuerzo durante cuatro meses. De ser la última tarea encomendada y cumplir ese plazo, la nave de residuos peligrosos quedaría completamente restituida en agosto de 2024, casi dos años después del suceso. Las obras, por cierto, no están impidiendo a Cogersa seguir recepcionando residuos peligrosos; en 2023 acopió 42.112 toneladas, un 148% más que el curso anterior.
¿Necesitará plazos similares la planta de basura bruta? La esperanza es que no, pero nadie se atreve a fijar plazos. La presidenta de Cogersa y consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí, recordaba este sábado los 62 millones desembolsados, «una inversión que tenemos que rentabilizar y hacer eficaz en los próximos meses, tan pronto como sea posible». «Yo creo que hay que tener paciencia en estos procesos que son forenses e implican ver todas las posibles causas», indicó. Queda «trabajo de semanas» para tener respuestas, manifestó.
Mientras tanto, desde el 24 de abril Cogersa arroja al vertedero las bolsas de basura mezclada. En 2023 facturaba a los ayuntamientos 67 euros por cada tonelada que procesaba bajo este sistema, la solución más económica. Este año calculó que la planta de basura bruta tenía un coste de funcionamiento de 96 euros por tonelada, incluida la amortización de la inversión. Por el momento la entidad sigue cobrando ese precio, y elude concretar si lo actualizará a la baja.
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