Borrar
Nave de recepción y pretratamiento, que quedó arruinada por el fuego. JUAN CARLOS ROMÁN

Cogersa sospecha que el incendio se originó al manipular un mueble o colchón

Asume que tardará meses en reparar el destrozo. Volver a tirar la basura en el vertedero abarata el coste de tratamiento

Ramón Muñiz

Gijón

Miércoles, 24 de abril 2024, 14:30

El incendio declarado el miércoles en la plantona que Cogersa estrenó el pasado 2 de enero, tras una inversión de 62 millones, está extinguido. A las 11.45 de ayer los Bomberos de Gijón abandonaron la zona, quedando un retén de trabajadores del consorcio vigilando hasta el lunes. Su objetivo es asegurarse «de que toda la nave afectada y esos residuos que están en su interior quedan refrigerados y no existe riesgo de reinició del fuego», según explicó Paz Orviz, gerente de la entidad.

«A partir de la semana que viene nos centraremos en hacer el estudio que determinará el alcance de los daños materiales tanto en lo que es la estructura, los cerramientos laterales, la cubierta de la nave, la instalación eléctrica y los equipos de clasificación de los residuos», detalló Orviz. Hay trabajo por delante y se asume que sólo la evaluación de los daños materiales y la determinación tanto del coste económico de la reparación como de sus plazos requerirán de semanas de tramitación y análisis. A ello hay que sumar la ejecución de las obras posteriores.

Sobre el origen del incendio se está a la espera del informe técnico pericial, si bien se descarta que haya sido provocado por un mal funcionamiento del sistema eléctrico o la maquinaria. Todo apunta –indica Cogersa– a que la deflagración se inició dentro de alguno de los restos que se manipulan en la zona de recepción de elementos voluminosos, esto es, muebles, colchones, maderas y otros enseres.

La semana que viene se iniciará un estudio detallado de los daños en la maquinaria, estructura e instalación eléctrica

Los daños se centran en la nave A, una de las cinco que componen la planta de basura bruta y que se dedica a la recepción de los desperdicios y el pretratamiento. Sin esa pieza esencial el proceso no se puede poner en marcha. Para seguir prestando su servicio, Cogersa ha vuelto a la situación previa al 2 de enero, es decir, dirige hacia el vertedero a los camiones que recogen la basura que los asturianos arrojan al contenedor que no es de reciclado. Ahí se apilan en altura.

Esta operativa tenía una tarifa de tratamiento para los ayuntamientos de 67 euros por tonelada. Este año, para cubrir los costes operativos de la plantona, se aprobó una subida hasta los 96 euros. Todo indica que el consorcio actualizará a la baja su precio, dado que arrojar la basura al vertedero le supone un ahorro operativo.

Cambios y decisiones

Hay por tanto toda una cadena de decisiones a adoptar en los próximos días, en función de los plazos que se manejen para la reparación y reparto de responsabilidades. La instalación está recién hecha por Valtalia, la opera Tragsa, Cogersa lo supervisa todo y cada uno tiene su seguro.

En agosto Cogersa formalizó un contrato de nueve millones con Tragsa para reclutar a 48 profesionales que asuman el funcionamiento de la planta. La idea era que lanzaran el rodaje inicial en tanto Cogersa decide el modelo de gestión que adopta, si opta por ampliar la plantilla y asumir con personal propio la instalación o mantiene la subcontratación. Toca decidir qué se hace con el contingente mientras la planta no funciona.

La instalación tiene dos subproductos principales: un material bioestabilizado y el combustible sólido recuperado (CSR). Para dar salida al primero se había contratado a una empresa a la que se pagaría para que aproveche el material. Para encontrar industria que utilice en sus calderas el segundo se estaba acelerando para convocar un concurso. La urgencia por esta cuestión es ahora menor.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Cogersa sospecha que el incendio se originó al manipular un mueble o colchón