«Necesitamos un milagro para salvarnos de la extinción», claman los ganaderos en Covadonga

A la Santina se dirigieron también asegurando que «los políticos que hoy están contigo te están engañando, ya que no quieren el bien para todos los asturianos. Quieren que el sector ganadero tradicional, que los pequeños productores desaparezcamos. No sólo de Asturias, de toda España. Por eso nos encomendamos a ti en tu día, para que nos ayudes». En el manifiesto de Ganagri, leído por la joven llanisca Marta Valladares, repasaron también las «tropelías» que padecen, desde la legislación a precios de venta «por debajo del coste». Las críticas incidieron asimismo en la protección del lobo, el avance del matorral, los incendios o lo que entienden como una criminalización del sector. «Las autoridades escriben un pseudoinforme y nos someten a un injusto calvario judicial. Sí, esto es así, está pasando en la actualidad. Por ser ganaderos, Santina, nada más que por ser ganaderos, somos considerados presuntos delincuentes», clamaron.

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Desde Asturias Ganadera, Xuan Valladares afeó en la lectura del manifiesto de ese colectivo que el «PSOE asturiano no tuvo valentía política» en lo referente a la inclusión del lobo en el Lespre. Tachó por ello de «servilismo» la actuación del partido y censuró que ante las reivindicaciones del sector primario el presidente y la delegada del Gobierno, Delia Losa, respondan con «represión y criminalización del sector, actitudes con tufo a la época franquista». «No resuelven nuestros problemas, ni les interesa, no quieren escucharnos, nos reprimen. Así pues, no nos representan, que marchen para sus casas ya y dejen sus generosos sueldos en las arcas públicas para el beneficio común. Dejen de hacer de las instituciones públicas un instrumento al servicio del propio Gobierno y del partido del Gobierno», sostuvieron.

En el santuario se pudieron ver carteles pidiendo la dimisión de Barbón y, durante la procesión hasta la Santa Cueva, al paso del presidente los manifestantes hicieron sonar sus lloqueros y emitieron pitidos. Tampoco en Covadonga lograron trasladar cara a cara sus demandas al jefe del Ejecutivo asturiano. La protesta discurrió sin incidentes y entre una amplia presencia policial.