El Xiringüelu de Pravia volvió a concentrar en el prau Salcéu una auténtica multitud de jóvenes y menos jóvenes dispuestos a disfrutar. HUGO ÁLVAREZ

«El Xiringüelu es lo mejor de Asturias y de mucho más allá»

Las populares casetas de las peñas mantienen vivo el espíritu original de la gran romería del prau Salcéu, según los vecinos por un día de esta segunda Pravia

PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA

Lunes, 5 de agosto 2019, 02:05

Alos sones del 'Asturias patria querida' y del 'Baila xiringüelu', entonados desde la caseta de la peña El Ahorcáu arrancaba «oficiosamente» ayer a las 12 del mediodía la popular romería praviana en el prau Salcéu. Es un momento que se pierden quienes llegan ... a la fiesta horas después y que convoca cada mañana del primer domingo de agosto a decenas de 'xiringüeleros' avezados para iniciar con buen pie y tras las oportunas bendiciones de Javi Balbonu -director del animado coro- una jornada que es ante todo, como insisten bien en recordar los vecinos de Pravia, lugar de encuentro y diversión donde locales o visitantes procuran recrear el ambiente de las tradicionales jiras asturianas.

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Humor, música popular en forma de espontáneos cantarinos o de los sones de las charangas, y sidra forrada con las convenientes viandas caseras, son los ingredientes principales de esta folixa en la que la imaginación se despliega para levantar las casetas de las respectivas peñas. En esa pequeña villa, que cada año crece -140 parcelas en esta edición-, se respira el auténtico espíritu del 'Xirin' y ahí es donde debe buscarlo quien acuda por primera vez a disfrutar de esta masiva fiesta de prau. Es una opinión en la que coinciden la mayoría de sus vecinos por un día consultados. Como todo núcleo habitado tiene sus barrios: los más tranquilos y alejados del bullicio, en donde priman los grupos familiares, o su zona centro, tomada por los más jóvenes y jaraneros. La pueblan naturales de toda la vida, como Tamara Álvarez, de la peña debutante 'Te pika el niki y lo sabes', pero frecuentadora de la romería desde que tiene memoria y que incluso recuerda la de sus mayores «cuando no se celebraba todavía en Salcéu»; para ella «único, es el mejor adjetivo que define el Xiringüelu y hay que vivirlo para entenderlo», afirma. Mauro Pérez, castellano afincado en Pravia, se identifica plenamente con la fiesta y rodeado de sus amigos en la La Nueva Folixa considera que «es lo más de la vida, la amistad, la solidaridad y la juerga compartidas» y su amiga Montse Martínez reivindicaba: «Que siga el xiringüelu, pero el de siempre». La joven luanquina Bea Peláez, de la peña El Burro, defiende la identidad de la romería como una nacida en la villa del rey Silo: «La mejor fiesta del verano y la más sana, porque, digan lo que digan, la bebida que más se consume es la sidra».

Que los culinos corren a raudales por la romería, desde luego, es un hecho advertible a quien se pasee por ella y comprobable en el interior de casetas como la de El Ahorcáu -que comparte honores con El Tacu de ser las peñas más añejas-, y donde, tras asistir al arranque coral del 'Xirin', recogemos la cifra de 480 botellas preparadas para ir escanciando entre los sesenta miembros del grupo y los incontables que se acerquen hasta allí para compartir unas horas que son, en palabras de uno de sus integrantes, Quique Tejada, «el día en que todos nos juntamos, nos reímos y abrazamos, dejando los problemas en casa». Con otro lenguaje y el brillo pícaro en los ojos, lo expresan César y Nicolás, de la Peña Grao: «Nos gusta porque aquí hay diversión, compañerismo y pillería, que no puede faltar». La praviana Paula Llana de La Tribu -también del sector juvenil- no oculta su orgullo por la cita que atrae cada verano a miles de romeros -40.000 esperaba la organización ayer- y por participar en ella: «El mejor día del año y 364 esperando por él», declaraba.

Orgullosos también se mostraban asomados a las ventanillas de su 'castañazo-truck', con el que se alzaron con el primer premio ('El Cuervón') a la mejor caseta, la peña Los Castañazos de Soto de Luiña. Su artífice, Rubén Antón, detallaba la laboriosidad con la que entre él y sus compañeros construyeron su invento en forma de autobús: «Esperábamos que estuviese por lo menos entre los tres finalistas y nos hace mucha ilusión porque esta es la fiesta por excelencia en la que lo principal es pasárselo bien». Una buena prueba de cómo poner en práctica ese asunto principal de la romería la daban los locales de L'Esperteyu, repartiendo culinos a diestro y a siniestro en su particular chiringuito -donde habían colocado ampliada la portada de hoy de EL COMERCIO con el Xiringüelu de protagonista- y afirmando como Quique Menéndez que «esto no es solo lo mejor de Asturias y del mundo sino de mucho más allá».

Demostrando que el entusiasmo xiringüelero no es exclusivo de sus seguidores más arraigados en el concejo, la peña Sacavera reunía en su caseta a amigos procedentes de Piedras Blancas, Oviedo, Luanco o Salas. Ejerciendo de portavoz, Alberto Tuit se sumaba en las loas más escuchadas al evento: «No hay duda ninguna de que es la folixa con mejor ambiente de todo el verano y un error perdérsela», afirmaba. Marta Barrientos, ataviada con la banda de 'Miss Xiringüelu' sobre la camiseta de su peña El Xardón, manifestaba abrazándose a sus amigas que «no me imagino vivir sin la fiesta de Pravia». Tampoco se figuraban una vida y ni un solo año sin su 'Xirin', los componentes de la peña local Los Pericuetos. Con su logo de una botella de sidra en una manzana con forma de corazón, Sara Rodríguez y Verónica López, resumían su profesión de fe en la excelencia de la romería de Salcéu señalando para la caseta que habían levantado unidos por un mismo sentimiento, al que parecía asentir el murmullo folixero de todo el prau: «Una semana completa trabajando en ella bien vale por este día».

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