Dos dimisiones reemplazadas de inmediato para saldar las responsabilidades del escándalo de los trenes

Ambos ya tienen quienes les sustituya en el puesto. El nuevo secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana será David Lucas, hasta ahora secretario general de Vivienda del Ministerio; mientras, el nuevo presidente de Renfe será Raúl Blanco, que fue hasta diciembre de secretario general de Industria y Pyme del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

La titular de Transportes quería llegar a la reunión, que ha iniciado a las 16.30 de esta tarde, con los presidentes del Principado y Cantabria, Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla, con los deberes hechos. Se había comprometido en sede parlamentaria a depurar responsabilidades «una a una hasta sus últimas consecuencias». «No me temblará el pulso», manifestó, al tiempo que se declaraba la «primera indignada» con el fiasco ferroviario en Asturias.

En la antesala de la reunión tanto Revilla como Barbón habían solicitado destituciones a la altura del escándalo. Ambos cargaban contra Renfe, pero salían en defensa de Pardo de Vera. «No saben lo que nos jugamos si cae», llegó a prevenir el presidente asturiano en la Junta General. En ambos gobiernos regionales se tenía a la 'número 2' del ministerio como una interlocutora que estaba peleando por reequelibrar el mapa de las infraestructuras en favor del noroeste. Barbón de hecho llegó a acusar al PP de cuestionar a Pardo de Vera en represalia por las manifestaciones públicas que hizo sobre Francisco Álvarez-Cascos.

Finalmente y pese a su encendida defensa Pardo de Vera es una de las figuras que salen mal paradas del caso. Ha pesado que las empresas públicas pendían de su secretaría de Estado, por lo que era quien debía informar a la ministra de la situación del expediente. El hecho de que gran parte del tiempo en el que estuvo bloqueada la cuestión coincidiera con una enfermedad contra la que tuvo que luchar no ha sido entendido como eximente. La secretaria de Estado, con todo, ya había puesto su cargo a disposición de la ministra cuando le fue detectada esa enfermedad y era consciente de que la agenda reformista que como técnico quería sacar adelante requería de un capital político que la avalara y que ha sido quebrado por esta cuestión.

En cuanto al presidente de Renfe, su dirección era la que estaba teniendo peor defensa en las últimas horas. En el ministerio ha cuajado la idea de que el contrato polémico de los trenes de ancho métrico es responsabilidad primera de quien lo licitó, esto es, Renfe. También el hecho de que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria comunicó en septiembre de 2021 cómo debía avanzar la operadora para sacar adelante el diseño. A todo ello se suman los problemas que ha dado este encargo a los que en los últimos tiempos venía dando el pedido de los trenes Avril y los servicios ferroviarios con Extremadura.