Grande-Marlaska defiende cómo Asturias se beneficia del actual modelo de financiación autonómica

Eduardo Paneque

Gijón

Viernes, 2 de agosto 2024 | Actualizado 03/08/2024 07:42h.

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La Feria cumple cien años y, esta vez sí, tocaba que volviese un ministro al recinto. Se retoma una tradición, rota el año pasado, con alguien que tampoco se deja caer mucho por esta tierra, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Y le toca hacerlo en un edición que, caprichos del destino, venía con los ánimos caldeados, de lleno en la polémica sobre el acuerdo entre PSC-ERC y las consecuencias para el modelo de financiación autonómica.

Así que el ministro, bajo la atenta mirada del presidente Adrián Barbón —que solo unas horas antes había recalcado el rechazo del Principado—, le tocó intentar salir ileso del 'baruyu'. Así que Grande-Marlaska eligió la vía con la que se metería en menos jardines, aparentemente: destacar grandes cifras, el dinero que se ha llevado Asturias con el actual modelo y, principalmente, con el actual gobierno de Pedro Sánchez, que para algo los dos dirigentes son del mismo partido.

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El ministro subrayó que en los últimos presupuestos generales hubo un 30 por ciento más de recursos que en el mismo periodo del gobierno anterior. Y que el sistema de financiación autonómica supuso que Asturias recibiese 4.200 millones, «más que los seis años precedentes». En lo reciente, enfatizó que Hacienda comunicó esta misma semana al Principado que recibirá 3.700 millones más que en 2025. «La mayor aportación de la historia», teniendo en cuenta que esa cifra se eleva a los 4.000 millones si se tiene en cuenta la liquidación de 2023.

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Siguió con los logros, los de la apertura de la Variante de Pajares, y los que se espera que estén por venir: el plan para las Cercanías y el Corredor del Atlántico. De este recordó que el plan director prevé 2.800 millones de euros de inversión hasta 2030.

Pero claro, la gran pregunta que un lector se podría hacer llegados a este punto es qué tiene que ver un ministro del Interior con la Fidma, por aquello de las competencias. Grande-Marlaska, quizá sabedor o en la necesidad de justificarse, empleó buena parte de su intervención precisamente a eso, a decir por qué él fue el elegido para participar del centenario. «Existe una vinculación esencial entre seguridad y progreso económico, dos conceptos inevitable unidos, inseparables». Dijo Grande-Marlaska que «un escenario público de seguridad es imprescindible para atraer riqueza y garantizar el desarrollo económico, comercial, empresarial y social de un territorio». Así que, como él mismo subrayó, «la presencia de un ministro del Interior en un evento económico está cargada de sentido por sí misma».

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Esto le sirvió para tirar de lo suyo, de los que compete a Interior, y de lo que también tiene que ver con Asturias. De su departamento ha salido dinero para infraestructuras y personal, y que en el caso de Asturias, señaló, supuso la incorporación de 300 agentes más, un incremento del 9% desde 2018.

Enlazó con el Turismo, para referirse a que siendo el Principado «un destino turístico de gran demanda», la incorporación de personal ha supuesto que se hayan desplazado para los meses estivales más de un centenar de agentes a la región coincidiendo con la operación Verano. No usó lo de refugio climático que le gusta a las autoridades asturianas, pero sí tuvo un guiño al «oasis de aire fresco» que, añadió, «agradecemos quienes venimos del sofocante calor madrileño».

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El ministro lo quiso disfrutar con calma, llegó el primero, y aprovechó para darse un paseo —privado— por el estand del Banco Sabadell. Porque el ministro, y por ahí quiso arrancar, «Asturias no es algo ajeno a mí. Me ha construido», dijo el ministro, quien recordó cómo la región forma parte de su biografía y su familia. «Nos adoptó en los años 50, es parte mi historia». El ministro zanjó para acabar: «Asturias tiene un compromiso del gobierno de España, por deuda histórica y personal».