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ANA MORIYÓN
OVIEDO.
Martes, 16 de agosto 2022, 00:44
La falta de «apoyo explícito» a Teresa Mallada por parte de Génova elevó ayer la tensión en el PP asturiano, cuyos dirigentes empiezan ya a posicionarse en lo que podría convertirse más pronto que tarde en una nueva guerra interna por su liderazgo. El mensaje lanzado a través de EL COMERCIO por parte del vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado ... , reconociendo que lo prioritario ahora es «encontrar a la persona capaz de hacer al partido más grande» en Asturias, ha situado en una posición complicada a la propia Teresa Mallada en esta carrera.
La también portavoz del PP en la Junta había manifestado en una reciente entrevista radiofónica su intención de presentarse al Congreso -cuya convocatoria acumula mucho retraso- para ser ratificada como presidenta del partido, pero ayer fueron numerosos los dirigentes populares consultados por este diario los que interpretaron de las palabras de Tellado que la dirección nacional podría tener otros planes para el futuro del PP de esta región. «Ha sido una bofetada a Mallada», llegaron a señalar fuentes cercanas a la líder popular, que reconocen que el retraso en la convocatoria del Congreso y las especulaciones de las últimas semanas ya habían puesto en alerta a su equipo de colaboradores.
Pero no solo eso. El respaldo público por parte de la dirección nacional al encuentro que el secretario general del PP asturiano mantuvo recientemente en Castropol con Francisco Álvarez-Cascos -histórico líder del partido que abandonó esta fuerza política en 2011 para crear su propia formación, Foro, de la que fue expulsado- se ha entendido como un espaldarazo a la figura de Queipo, quien participó en la comida informal con el también expresidente del Principado y a quien, sin embargo, dirigentes regionales del PP afearon su actuación al considerar esta reunión poco acertada.
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Incluso, según pudo saber este diario, miembros del equipo de Teresa Mallada se pusieron en contacto con Foro -antes de que Génova avalara la reunión- para desvincular al PP de Asturias de este polémico encuentro entre Cascos y Queipo, que tuvo lugar la primera semana de agosto.
El debate en torno al acercamiento con Cascos como estrategia para favorecer la unificación del centroderecha y el claro posicionamiento por parte de Génova en las -hasta ahora- veladas diferencias entre Mallada y Queipo, cuya imagen y presencia se ha visto notablemente reducida en las últimas fechas dentro del partido pese a ser número dos de la formación, no ha hecho más que agitar el avispero.
Algunos dirigentes políticos han comenzado a posicionarse. El presidente de los populares de Cangas del Narcea, José Luis Fontaniella, quien fuera vicesecretario general del PP asturiano hasta el pasado mes de junio, cuando dimitió por desavenencias con la presidenta de la formación, mostró ayer públicamente su apoyo a Queipo ante las críticas internas recibidas por la reunión con Cascos. Fontaniella acusó incluso a «miembros de la dirección regional» de tratar de «poner al secretario general en la picota» por su encuentro con el exministro, al tiempo que felicitó al también diputado por el Occidente por hacer «lo que la dirección nacional ha ordenado en favor de la reagrupación del centro derecha», e instó a la dirección autonómica a posicionarse al respecto. «Está tardando la presidenta y la dirección regional en dar el apoyo a nuestro secretario general por hacer lo que le han pedido en la dirección nacional», declaró Fontaniella que, haciendo suyas las palabras de Miguel Tellado, pide también al PP «buscar a la persona adecuada» para arrebatar el Gobierno del Principado al PSOE y «no para ser el mejor partido de la oposición». El equipo de Teresa Mallada no ha querido, sin embargo, posicionarse al respecto.
El equipo de Alberto Núñez Feijóo activará en otoño los congresos pendientes, entre ellos el de Asturias, donde no está clara la continuidad de Teresa Mallada pese a que una encuesta filtrada desde el PP pronostica la mayoría de su candidata -en una hipotética suma con Vox- frente a Adrián Barbón. En La Rioja, la salida de José Ignacio Ceniceros ha abierto una pugna por el poder entre Alberto Bretón y Alfonso Domínguez, todo ello con Cuca Gamarra de fondo; mientras que en Navarra las cosas parecen más claras, sonando con fuerza el nombre de Javier García, igual que en Cantabria, donde se da por hecho la continuidad de María José Sáenz de Buruaga.
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