Las enfermeras asturianas rechazan que los odontólogos realicen pruebas de antígenos

El Colegio Oficial de Enfermería de Asturias (CODEPA) ha mostrado hoy su rechazo «rotundo» a que perfiles profesionales diferentes al de las enfermeras como los odontólogos comiencen a hacer pruebas de antígenos para detectar los contagios de covid-19 y completar así las PCR en las que el Principado basa su control de la pandemia.

Los test de antígenos deben ser realizados por personal sanitario pero no necesitan laboratorio ni una instrumentación especial ya que la muestra se extrae también con un bastoncillo al que se añaden unas gotas de reactivo (similar al test de embarazo) y el resultado aparece en muy pocos minutos y detectan la infección en los estadios más tempranos, cuando la carga viral es más alta.

Tras anunciar que recurrirá también a estas pruebas, que se añadirán a las PCR y a los test de anticuerpos que ya se venían realizando, el Principado anunció que trasladará temporalmente a los profesionales odontólogos contratados para reforzar las unidades bucodentales de Asturias para realizar esas labores en los autocovid.

En un comunicado, el presidente del Colegio de Enfermería, Esteban Gómez, ha pedido resolver los problemas con el actual número de enfermeras del sistema sanitario y organizarlas con cambios «burocráticos y legislativos necesarios para poder buscar donde no se ha buscado».

«No menosprecien las competencias y el trabajo de todas las enfermeras, y dejen de buscar en odontólogos, biólogos y veterinarios la salida para hacer las PCRs o la extracción de cualquier muestra biológica para su posterior estudio o las campañas de vacunación», añade Gómez.

Así, señalan que, por ejemplo, las enfermeras del Servicio de Salud (SESPA) «están sujetas a una exclusividad no remunerada, lo que no sucede en el caso del estamento médico» lo que impide reclutar a las trabajen fuera de la administración o en organismos autónomos como Establecimientos Residenciales para Ancianos por lo que piden modificar esas cuestiones.

«Pese a haber sufrido durante décadas el menosprecio y la discriminación dentro del sistema, el desdén hacia nuestro trabajo sigue siendo muy alto y queremos mostrar nuestra preocupación ante la gestión de nuestro gremio en Asturias (...) un colectivo que no está para gestionar la agenda de los médicos como si fuésemos secretarias de la consultas», añade.