«Esto empieza a parecer una dictadura»

-Va a cumplir 13 años como arzobispo de Oviedo. ¿Balance?

-Sorprendido. Fui mal introducido, fueron a buscarme a Huesca a decirme 'no sabe usted dónde se mete, porque allí los curas son dinamiteros y Asturias es complicada'. Y cuando vine, desde el primer instante vi que quienes me lo decían o estaban asustados o tenían malas intenciones, porque tanto la gente como la belleza de la tierra que conocía por mis andanzas montañeras como la bondad de los sacerdotes me conquistaron. Fue facilísimo decir que 'me quedo con lo que veo', así de bello y bondadoso. Mi balance está lleno de agradecimiento.

-¿Y cambiaría algo de Asturias?

-Que haya más natalidad, menos apuros para la gente que peor lo pasa. Que haya más vida en la comunidad cristiana, más ilusión y que no baje la esperanza.

-Los presupuestos del Principado dejan 1,2 millones para patrimonio, medio millón para el prerrománico. Da para folios...

-...Y algún boli Bic. Sí. Algunos diputados en Madrid han peleado por el prerrománico y por este patrimonio que tenemos en Asturias, que aunque tiene denominación de origen cristiano, el beneficio de ese arte, de esa belleza, es compartido y común. No lo vas a malvender. Lo que pides no es una ayuda para un museo particular, sino para poder poner en su mejor valor a disposición de la gente que viene a Asturias el patrimonio que la Iglesia conserva. Puedo entender que los presupuestos tienen que ser un reparto de muchos conceptos y ciertamente, antes que las piedras están las personas. Y puedo entender y apoyar, cómo no, que cuando hay unas urgencias que tienen que ver con la supervivencia, la felicidad y el bienestar de las personas eso está mucho antes que la conservación de unas piedras, por importantes e históricas que sean. Dicho esto, ójala que hubiera más presupuesto para todo, también para el patrimonio, porque mucha gente viene al Principado por el reclamo de nuestra historia artística. La catedral de Oviedo es el lugar más visitado. Covadonga y algunas de nuestras iglesias tienen una calidad y una historia que la gente quiere curiosear y gozar, y eso no se mantiene sin más. Hay que estar a la altura.

-¿Alguna prioridad en patrimonio? ¿Obona, Cornellana...?

-Pues podemos comenzar por Valdediós, que es el que más inmediatamente nos preocupa, porque con lo que tiene de monasterio, de iglesia románica... Tenemos un bellísimo cuerpo artístico que no tiene alma. Una comunidad que le da sentido. Valdediós es románico, el conventín es prerrománico, el monasterio es renacentista, con claustros bellísimos. Es un cuerpo que no tiene alma, una comunidad que ofrezca la belleza de la liturgia y de la acogida, donde la gente va con sus heridas a encontrar paz. Conservar por conservar no es nuestra función ni nuestro interés.

-Pero habrá ofertas...

-Las ha habido. Ciertamente, resuelves el agobio económico de mantener un edificio, pero lo has desvirtuado completamente. Esto no es una cuestión de explotación económica, sino, como decía el gran Papa Pablo VI, una zona verde en nuestro mundo de asfalto, y la gente lo necesita.

-Tenemos pendiente resolver la circulación en Covadonga.

-Lo que es más respetuoso con el entorno y lo que sería más eficaz es la solución circular: que la gente suba al santuario por un lugar y luego baje por otro. Podemos ampliar el aparcamiento, que es bastante escaso, si la circulación está asegurada. Si el Parque Nacional diera el visto bueno para actuar en cien metros, que no son más, ya estaría. No es complicado, y lo hay en otros santuarios similares en España y en Europa. No pedimos más.

-Se ha encalado parcialmente San Julián de los Prados...

-No me gusta. La piedra es bella y los encalados, a veces, tienen como explicación que se encalaba para evitar la propagación de las pestes, para higienizar los espacios. No entiendo que el encalado aporte belleza a la belleza natural de una piedra vista, máxime cuando es una piedra tallada, sillares homogéneos. Esa es la belleza del románico. Si hay que ahuyentar una peste habrá que encalar lo que haga falta, pero cuando no hay pestes, volver a una solución que no es histórica, sino posterior, yo me lo pienso.

-Esta semana la ministra Belarra anunció que se prohibirá el uso del llamado pin parental para que los padres 'no vulneren el derecho de los niños a recibir información sobre los diferentes tipos de familia'.

-La banalización de lo que es la familia por querer introducir las proyecciones ideológicas. Según esto tenemos 16 tipos de familia y pueden venir más. Puestos a ser originales y creativos, a mí se me ocurren más, en este 'pim pam pum' de la frivolidad. Una familia es la unión de un hombre y una mujer abiertos a la vida en el respeto y la ternura. Hay otras modalidades de convivencia y hay que protegerlas, evidentemente que sí, y todas tienen su respetabilidad. Lo apoyo, pero la familia es la que he indicado, al menos en nuestra tradición occidental judeocristiana en Europa. Tender a introducir leyes vinculantes en las que de tanto banalizar nos lleva a no saber lo que es la familia, y eso se hace con una intencionalidad. Las leyes ideológicas que el Gobierno está intruduciendo de una forma apresurada y nerviosa, quizá porque piensan que se les acaba el tiempo, desmontan tantas cosas, la familia, la relación entre hombre y mujer, entre padres e hijos, entre maestros y discentes. Hay formaciones políticas que crecen en un escenario de confrontación, que deconstruye la estabilidad de una sociedad que están frivolizando y banalizando, lo que la hace vulnerable para que su ideología tenga un tiempo más, aunque termine fracasando.

-¿Fracasarán?

-Así lo espero, así lo espero.

-La Conferencia Episcopal advierte de la 'posible discriminación ilegal de los alumnos que eligen la materia de religión'.

-Se puede entender que haya una alternativa digna. Pero si ofreces la nada frente a la asignatura de religión lo pones muy complicado. Si además la pones en un horario penalizador, complicas enormemente al alumno, a los padres y al centro la situación, y lo haces en nombre de la nada.

-En el Congreso hay un campo de batalla con la reforma de los delitos de sedición y malversación y la renovación del Tribunal Constitucional.

-Me da pena que se estén haciendo concesiones como pago político para seguir en una poltrona. No es el bien común lo que se persigue, no es la justicia, sino la continuidad, cediendo y concediendo a quien te va a posibilitar estar sentado en una poltrona. Si te cargas algunos de los cauces en los que se asienta una sociedad, espero que los jueces sean fuertes y que hagan valer su aportación y sus derechos, que son los de la sociedad. No podemos estar conculcando en una injerencia invasiva en donde el que detenta la Presidencia y la Administración esté invadiendo otros ámbitos y acabemos siendo una dictadura, que es lo que empieza a parecer esto.

-Entonces no le pregunto por Barbón, porque los roces que ha tenido con él no tienen nada que ver con esto.

-Me he retratado, pero con Adrián Barbón tengo una relación muy cordial, de enorme respeto y de mutua comprensión. Él no deja de ser un político de unas siglas muy concretas y yo no dejo de ser un arzobispo de la Iglesia Católica. Hay líneas rojas en las que no puedo ceder, cuando hablamos de la familia, de la vida o de la libertad, y eso afecta a los medios, y de la justicia. Con Adrián Barbón hablo de estos temas y a nivel interpersonal nos entendemos, porque compartimos muchos valores. Con él no tengo especiales dificultades.

-Recibió en Covadonga el pasado domingo al candidato del PP a la Presidencia, Diego Canga, y recordó usted los 63.000 parados, las personas que no llegan a fin de mes, le deseó que pueda ejercer la política con altura de miras y le recordó que 'Aquí comenzó la Reconquista'. ¿Reclamo turístico o apoyo moral?

-La Reconquista en estos momentos en Asturias... Son otros los turbantes que nos turban. Entiendo por reconquistar aquello que nos hace mejores, lo que nos permite convivir de un modo más razonable, recuperar cosas que hemos descuidado y se nos van de la mano. No me refiero a una reconquista político-militar, sino de valores en los que nos jugamos tantas cosas. Yo le decía a Diego Canga que aquí comenzó la Reconquista como un apunte histórico, porque él hablaba de Covadonga como un enclave de belleza natural, en donde nace una historia a la que nosotros pertenecemos y seguimos escribiendo, y como un corazón espiritual en torno a la Santina. No me refiero respecto de los moros, que ahora no nos preocupan, son otros los turbantes que nos turban, y me refiero a este tipo de reconquista moral, de valores. Sin decir 'serás o no serás tú el presidente', yo creo en una política, tenga la sigla que tenga, que busca el bien común, la justicia, que respeta los valores de una tradición a la que nosotros pertenecemos y, sobre todo, que no mienta. Entiendo que la verdad, es decir, la no mentira, es el santo y seña de una política que sea creíble. Cuando ves que la mentira es la moneda política con la que nos están vendiendo, moneda política con la que nos están malvendiendo, yo no creo en esa política. Yo he recibido en esta casa al portavoz de Izquierda Unida, al del PP en Covadonga, Vox... A excepción de Podemos, a todos los demás. Y con todos hay un punto de conexión. En lo que estamos de acuerdo, trabajemos juntos, y salen cosas preciosas. Yo no creo en un partido que sea el brazo político de la Iglesia Católica, no creo en la política partidista eclesial, pero sí que creo en los políticos que, como cristianos, estén militando en las siglas que estén, traten de traducir esos valores que profesan con sus labios. Si eres cristiano tienes que creer en la verdad, en la justicia, en el bien común y yo eso lo apoyo.

-¿Y qué le pareció Diego Canga?

-Le estoy siguiendo y me parece una persona que tiene un conocimiento de España y de Asturias desde Europa, y eso es una aportación muy interesante. Porque él de subvenciones europeas lo sabe todo y tiene una visión, desde su gran preparación jurídica como abogado que es, y de su experiencia europea puede aportar laboral, económica y culturalmente algo interesante para Asturias y para España. Es una alternativa más que razonable, ahora tendrá que batirse con otras posiciones de quienes en estos momentos están en la Administración autonómica o quienes aspiren a ella. Esa es la belleza de la política de altas miras.

-En breve hay que renegociar los conciertos educativos. ¿Teme por la escuela concertada?

-Lo deseable es que haya una pluralidad. Si no se pasa un rodillo para imponer a los padres que, como dijo la exministra Celaá que ahora se pasea por el Vaticano, que 'los hijos son míos y no vuestros'. Los padres deberían tener la libertad de poder decidir la educación que tienen sus hijos, y si los quieren llevar a la mal llamada escuela pública, que tan pública es la estatal como la concertada, sepan que una goza de todas las subvenciones habidas y por haber, mientras la concertada tiene que negociar conciertos. Lo ideal sería el cheque educativo, para que los padres lo inviertan en lo que consideran mejor, según su conciencia, para el bien de sus hijos. Creo en esa libertad educativa, que cada cual pueda elegir lo mejor para sus hijos, sin sufrir la imposición y la censura, hasta la exclusión o el cierre de las aulas, de quienes, sí o sí, te están imponiendo de una manera... ¿He dicho antes dictatorial? Pues ya no lo repito. Los padres y los docentes deben ejercer su derecho a la libertad y exigir sus derechos, que también los tienen. Y me imagino que la armarán, digo yo.

-Escuelas Católicas y la Concapa defenderán ese argumentario.

-Posiblemente sí. Por lo menos Escuelas Católicas. Pelean por una alternativa libre. Por una escuela que representa sus valores, con una calidad educativa que debe ser común. Una cosa es la calidad educativa y otra, los valores que hay detrás y que no te impongan la LGTBI o la ideología de género, que es lo que están imponiendo en estos momentos.

-¿La diferencia de sueldos de los docentes devalúa a la concertada frente a la pública estatal?

-Lo que hace es condicionar, que es diferente. Si se favorece a unos docentes frente a otros, y a estos los penalizas, el que tiene que elegir elige lo que sea menos costoso, máxime en un escenario de profunda precariedad económica. Si haces una escuela privada no concertada que puede parecer elitista, ¿quién se puede permitir pagar de su peculio determinada opción educativa?