Doce detenidos por explotar sexualmente a menores tuteladas en Asturias

Hace apenas dos meses, varias familias denunciaban a través de EL COMERCIO que las fugas de los centros de menores del Principado «son continuas y a veces duran meses». Advertían del riesgo que entrañaban esas escapadas e incluso se daba a conocer el caso de una adolescente que había sido víctima de abusos en sus estancias fuera del centro de acogimiento residencial. Pues bien, los temores y advertencias de las familias se confirmaban ayer, cuando la Policía Nacional informaba de la detención de doce personas –dos de ellas en Madrid– que supuestamente se dedican a la explotación sexual de menores tuteladas.

Se trata de doce varones, dos latinoamericanos nacionalizados españoles y el resto de origen subsahariano, que están acusados de varios delitos: agresión sexual con penetración a menores, prostitución, grupo criminal y corrupción de menores. Las investigaciones que se han llevado a cabo hasta la fecha «revelan indicios suficientes para acreditar la existencia de estas actividades ilícitas», según fuentes policiales, que remontan la operación al pasado 19 de enero, cuando una de las menores implicadas interpuso denuncia formal, amparada por el personal del centro en el que reside y de la propia Consejería de Derechos Sociales y Bienestar.

A partir de ese momento, la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional estableció un operativo –con el que «los Servicios Sociales de la Administración autonómica han colaborado activamente»– para investigar el alcance de los hechos denunciados, identificar a los posibles responsables y proceder a su detención. Fruto del trabajo policial, se ha descubierto que al menos cinco chicas, con edades comprendidas entre los 13 y los 17 años, se han visto afectadas por esta red delictiva.

Las menores, que residen en dos centros tutelados por el Principado, habrían mantenido relaciones sexuales, «mediando dinero o regalos», con hombres de 26 a 44 años. Dos de ellos, relata la Policía, no sólo gestionaban estas relaciones ilícitas, actuando como proxenetas, sino que también participaban en ellas: «Facilitaban su prostitución, consiguiéndoles clientes a cambio de un pago económico, además de prevalecerse de esta posición de superioridad para mantener relaciones sexuales con las menores». El cabecilla de la trama –en la que están implicados delincuentes que ya han sido detenidos con anterioridad por otros hechos similares– se encuentra en prisión preventiva.

El caso permanece bajo secreto de sumario y está sujeto a la máxima confidencialidad, al ser las víctimas menores de edad. El perfil de las chicas «obedece a una situación de gran vulnerabilidad, no sólo por la edad, sino por su situación de desprotección, innumerables fugas y ausencia de arraigo familiar, a lo que se suma en algún caso la problemática de la adicción a sustancias estupefacientes», apuntan desde la Policía Nacional para contextualizar unos hechos que deben ser abordados con suma delicadeza.

Las investigaciones siguen abiertas y no se descartan nuevas detenciones. En la actualidad, el Principado tiene en acogimiento residencial a 330 personas menores de 17 años. Ayer, tanto desde el Gobierno regional como desde la propia Policía subrayaban «nuestro compromiso con la protección de los menores frente a todo tipo de violencia».

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