El director de la EPI defiende Gijón como sede para el instituto de Inteligencia Artificial

Partiendo de la premisa de que «todos debemos tratar de apoyar el desarrollo del campus de Mieres», el director de la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) de Gijón, Juan Carlos Campo, asegura que a diferencia de los otros dos institutos propuestos –el de Materias Primas y Patrimonio Industrial–, no encuentra «argumentos racionales» para que la ubicación del de Inteligencia Artificial esté Mieres. «Y los argumentos de la Universidad –subraya– deben ser, ante todo, intelectuales».

Campo mantiene que no es un asunto de localismos, sino de que «hay que regar donde ya están las plantas y esta planta (en referencia al Centro de Inteligencia Artificial) ha dado lugar al grado de Ciencia e Ingeniería de Datos», que prevé implantarse el próximo curso, y que «deriva directamente de los grupos de investigación del centro de Inteligencia Artificial».

Desde su punto de vista, «es un acierto apostar fuerte» por esta disciplina y por el instituto, «pero en una ubicación natural donde estén los investigadores, la enseñanza y donde el coste que pagamos entre todos sea el menor y el beneficio, mayor». A consultas de este periódico sobre la propuesta del rector, hizo referencia a «errores precedentes de los que ya se debería haber aprendido, como el Centro de Soft Computing», cerrado a finales de 2015. «Me parece una propuesta tan extraña como que en el campus de Gijón se instalara un centro universitaria de Minería».

Por su parte, el director del Centro de Inteligencia Artificial, Antonio Bahamonde, entiende que el planteamiento del rector es «potenciar lo que ya hay para conseguir fondos europoes y, en este contexto, ha pensado en el instituto como un instrumento para ello. Me parece maravilloso que se quiera impulsar la materia en la que trabajo», afirmó sin entrar a valorar la mejor ubicación.

Villaverde planteó el martes en Mieres centrar el plan estratégico del campus en varios focos:el de la sociedad digital, sostenible y global (poniendo el foco en el patrimonio histórico-cultural), sin olvidar el biosanitario, ámbito en el que anunció un proyecto piloto de ciudades saludables.

A la espera de más precisión, Carlos Suárez, director científico de la Fundación de Investigación Sanitaria del Principado (ISPA), en Oviedo, cree que esa línea de trabajo podría estar más centrada en «la repercusión de los factores ambientales, campo en el que está especializado el campus de Mieres, en la salud. El rector sabe bien de este instituto, con grupos muy potentes, y no creo que quiera duplica recursos», indicó.