La falta del convenio con la Fundación de la Universidad paraliza contratos con empresas

El nuevo equipo rectoral dio cuenta de ello ayer en la página web de la Universidad, donde aseguraba que se ha encontrado con esta situación «al inicio del mandato» y «trabaja con la dirección de la FUO, la Intervención y la Secretaría del Consejo Social para encontrar cuanto antes una solución y minimizar los contratiempos». En este sentido, apuntó que ultima «una propuesta que permita dar soporte a las actuaciones que hasta ahora gestionaba la FUO» y que será el vicerrectorado de Investigación quien se encargue de asumir las cuestiones relacionadas con los contratos de investigación entre empresa y Universidad. Ayer hubo una reunión del patronato para establecer una hoja de ruta. La intención es contar cuanto antes con un convenio provisional, pero por el momento no hay fecha fija.

La encomienda fue aprobada por el anterior equipo rectoral en 2016. El hasta ahora rector, Santiago García Granda, sostiene que la renovación se complicó cuando se disponían a llevarla a cabo. El motivo, indica, es la auditoría que había encargado el Consejo Social y que pone en entredicho la composición del patronato para ser medio propio de la Universidad. Aunque es un aspecto que sigue siendo objeto de debate, dicho documento sostenía que, para cumplir con esa característica, todos los miembros tienen que pertenecer a organismos públicos, cuando en el patronato hay integrantes de Hunosa y Fade. El exrector apunta que la propia fundación encargó informes jurídicos para conocer cuál debería ser el nuevo estatus de fundación de acuerdo a los cambios legislativos, tal y como le ha pasado a otras como la Ficyt.

De hecho, asegura, se convocó al patronato en enero para hacer dicha transformación, pero, estando en periodo electoral, no pareció conveniente cambiar los estatutos ni plantear una encomienda de gestión nueva. Granda afirma que su sucesor estuvo «desde el primer momento informado de todo y de la necesidad de actuar rápidamente.

Fuentes cercanas al nuevo equipo rectoral apuntan, sin embargo, que dicho informe sobre la titularidad del patronato corresponde a 2018 y que nada tenía que ver con el desarrollo de ciertas actividades. Las becas de los egresados, según la Universidad, no se ven afectadas.