Los trabajadores de Carreteras apoyarán la toma de datos para decidir sobre las voladuras

En detalle según el documento, la toma de datos para determinar esta resolución será de varios tipos. Uno de ellos será «en altura, que se realizará por el equipo de nivólogos, para comprobar el estado del manto nivoso. Se analizarán diferentes cotas, exposiciones e inclinaciones para comprobar su estado y se realizarán diferentes pruebas, como perfiles estratigráficos o test de estabilidad en aquellos lugares que se consideren representativos según la situación nivometeorológica presente y prevista, siempre en áreas suficientemente seguras».

Pero hay más formas de recolección de datos que implican a los propios trabajadores de Carreteras. De este modo, el protocolo determina que se prevé una toma de datos de carácter manual realizada por el personal de Conservación previamente formado. «Los datos consistirán en altura de nieve total, altura de nieve fresca, temperatura máxima, temperatura mínima, dirección e intensidad del viento. Estos datos se tomarán a petición del equipo de nivólogo», se indica en el texto.

Este tipo de análisis se podrá hacer a cualquier hora del día «si existe una situación crítica o de alerta meteorológica». En el texto se indica también la posibilidad de utilizar datos a través de estaciones automáticas.

El manual determina varios niveles de alerta que van desde el 'muy alto' al 'bajo'. En el de más riesgo se determinan una serie de actuaciones: Se deberá cerrar el tramo de carretera en cuestión según los procedimientos habituales establecidos. «No se limpiará la calzada». Se controlará que no existan ni medios ni personal trabajando en esa área. Y se tomarán datos sobre el estado de la nieve y las condiciones nivometeorológicas en lugares seguros a petición de los especialistas en aludes y con la frecuencia determinada por ellos.

En el nivel 'alto' se valorará el cierre o apertura del tramo de carretera en cuestión según los procedimientos habituales establecidos, así como su limpieza.