«Tere era muy buena, no se merecía esto», claman los vecinos de Caleao

La mañana era plomiza ayer en Caleao, con nubes bajas y un constante orbayu. Un día triste para uno de los actos más tristes que se recuerdan en el pueblo: el funeral de María Teresa Aladro Calvo, a quien todos llamaban Tere, y que fue asesinada anteayer de dos disparos por la espalda por su exmarido, en su vivienda de Pola de Laviana. Era una mujer apreciada por todos, muy trabajadora, y por eso la voz unánime en Caleao era que «no se lo merecía».

Si algo sorprendió a quienes asistieron al sepelio de Tere fue el impresionante silencio que acompañó a todo el oficio religioso en la iglesia parroquial de Santa Cruz La Real. Las medidas sanitarias impidieron que todas las personas pudieran acceder al templo y fueron muchas las que aguantaron fuera, a pesar del continuo orbayu. Dentro de la iglesia, el párroco trató de reconfortar a la familia ante un fallecimiento inesperado y por lo excepcional de cómo se produjo.

Vecinos y amigos no quisieron dejar solos a las familia de Tere. Su hijo, Adrián, apenas podía contener la emoción cuando se abrazaba a su abuelo paterno, Serrano Aladro. Mientras tanto, el hermano de Tere, Manuel, recibía las condolencias de todos los que se le acercaban, acompañado continuamente por su mujer, Patricia, quien en ningún momento le quiso dejar solo.

Al finalizar el funeral, una nutrida comitiva, encabezada por una veintena de coronas y ramos de flores, el féretro portado a hombros y los familiares más directos de Tere, completamente destrozados, se encaminó por los intrincados caminos de Caleao hasta su pequeño cementerio, que mira al valle que sirve de escenario a la hermosa localidad casina. De nuevo el silencio. Solo se podía oír al párroco en su último responso antes de introducir el féretro en un nicho. Es un cementerio estrecho, coronado por un único ciprés y muy alargado, por lo que las coronas y ramos prácticamente llenaron uno de los muros del camposanto. Aquí también hubo personas que siguieron el entierro desde un camino cercano.

Al finalizar los actos fúnebres, el pueblo continuó en silencio. Los grupos de personas que regresaban a sus casas apenas hablaban. Nadie se esperaba que un suceso tan luctuoso sacudiera al pueblo y apenas unos sollozos o escuetas frases como «¡qué pena!» o «era muy buena persona» rompían un silencio de incredulidad y tristeza.

Poco a poco, el pueblo de Caleao volvió a su rutina, a su habitual tranquilidad, pero un poco más triste porque ha perdido a una de sus hijas más apreciadas, Tere, que con solo 48 años se vio sorprendida por dos disparos por la espalda, obra de aquel que había sido su marido.

El presidente del Principado ha puesto hoy voz a la tristeza y la repulsa que siente Asturias ante el asesinato de Teresa Aladro. Tras la concentración de condena convocada por el Princpado, la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Lavina, Adrián Barbón ha expresado la «condena unánime que tenemos que hacer todos los grupos políticos, partidos, representantes públicos, Gobierno de Asturias, Ayuntamiento de Laviana y Junta General del Principado contra el machismo que mata. Porque es así».

Barbón, visiblemente afectado tras estar en el tanatorio con la familia de Teresa, admitió tener el «corazón helado» al pensar en ellos. «Les abrazamos con todo el cariño del que somos capaces. Se lo hemos dicho, no están solos».

Ha insistido Barbón en la condena y el rechazo y la necesidad de unidad, pero también ha aprovechado para lanzar un mensaje crítico. «Cuando algunos insistimos en que el machismo mata, que es una realidad, que supone la muerte para las mujeres por el hecho de ser mujeres, algunos todavía se atreven a jugar con el término y decir que no existe. Pero esta es la realidad».

Una realidad que en las últimas 72 horas ha costado la vida de cinco mujeres en España, como ha recordado la directora general de Igualdad, Nuria Varela. « Ha sido un asesinato, hay que decirlo con todas las letras. Es una lacra. El terrorismo machista es una realidad que algunos denunciamos frente a los que dicen que no existe. Existe y las consecuencias son estas».

En la concentración ha participado toda la Corporación de Laviana, con su alcalde, Julio García, a la cabeza; la directora general de Igualdad, Nuria Varela, y el presidente de la Junta General, Marcelino Marcos, entre otros.

Representantes del Ayuntamiento de Oviedo han participado hoy en una concentración por María Teresa Aladro Calvo, asesinada este jueves. Guardaron un minuto de silencio y terminaron con un aplauso frente a la sede del consistorio.

El concejal de Economía y Transformación Digital de Oviedo, Javier Cuesta, ha dicho que el crimen forma parte de una «serie interminable de atentados contra la vida de las mujeres» en lo que constituye una «lacra social».

«Tiene que terminarse, una sociedad moderna y avanzada como la que estamos no puede permitirse que la vida de una mujer desaparezca como consecuencia de la violencia machista», ha señalado Cuesta en declaraciones a los medios de comunicación. Ha llamado ser «drásticos» con las personas que cometen estos crímenes, además de llamar a la unidad para afrontar el problema de la violencia machista.