El presunto asesino de Teresa Aladro, recibido con gritos de «escoria, cobarde» en los juzgados de Laviana

Senén Fernández, el hombre detenido en la madrugada del jueves como presunto autor del asesinato de Teresa Aladro ha pasado este viernes a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Laviana.

El hombre, de 51 años, ha sido recibido entre insultos y gritos de «escoria, cobarde» por el crimen. Senén F.R ha pasado la noche en el cuartel de la Guardia Civil de Sama de Langreo y a las 10.30 horas accedía a los juzgados de Pola de Laviana, escoltado por los agentes y con la cabeza cubierta para declarar por la muerte, por dos disparos de escopeta, de su ex pareja. A lo largo de la mañana se conocerá la decisión de la juez.

A las cuatro y media de la madrugada del jueves la oscuridad que reinaba en la calle Puerto de Tarna de Pola de Laviana se rompía con las luces de los vehículos de las fuerzas de seguridad que se dirigían al portal número 3. En este edificio, en una de las viviendas yacía el cadáver de una mujer: María Teresa Aladro Calvo, de 48 años. Su cuerpo se encontraba tendido en el suelo del domicilio, con dos disparos de escopeta recibidos por la espalda. Su expareja, Senén Fernández, de 51 años, con quien estaba en trámites de divorcio y con el que ya no convivía, está detenido como presunto autor del crimen.

El hombre fue localizado poco después en la calle por agentes de la Guardia Civil tras la llamada de alerta realizada por un familiar de la víctima.

El asesinato de Teresa ya ha sido confirmado como el primer crimen machista que se registra este año en Asturias.

La Fiscalía del Principado de Asturias, Sección Territorial de Langreo, ha solicitado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Laviana el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para Senén Fernández.

El Fiscal basó su solicitud en la gravedad de los hechos, que presentan caracteres de un delito de asesinato del artículo 139 del Código Penal, con la agravante de parentesco, castigado con penas de prisión de hasta 25 años.

El Fiscal entiende además que existe riesgo de fuga, atendiendo a esa gravedad de los hechos y las posibles penas de prisión a las que el investigado podría ser condenado, y riesgo de ocultación, alteración o destrucción de pruebas de los hechos investigados.