Coronavirus | Celaá plantea un permiso retribuido o la baja a padres con hijos en cuarentena

En este sentido la ministra advierte de que no se debe «preocupar a las familias» y considera que se ha creado «una alarma excesiva» con la vuelta la cole en el país. Es más, habla de la existencia de un «apuro injustificado», que no se corresponde con la realidad. Celaá defendió que el trabajo tanto del Gobierno como de las comunidades autónomas ya estaba hecho «desde junio». Asegura que esto se refleja en los dos documentos que ahora están vigentes, «Uno con los 14 puntos de la vuelta al colegio». Y otro, «elaborado con Sanidad sobre prevención e higiene». Ahora, solo queda «ajustar» las medidas ya aprobadas a la preocupante evolución de la situación epidemiológica observada durante este mes de agosto, puntualizó la ministra.

Ajustes que se prevé realizar hoy en la trascendente comisión sectorial e la que participarán los ministerios de Educación y Sanidad y las comunidades autónomas. Entre esos ajustes, uno tan importante como «el uso más o menos generalizado de la mascarilla», indicó Celaá.

A la reunión la ministra acude con la premisa de que la «escuela es insustituible y su apertura, innegociable». Reiteró, así, la firme apuesta del Gobierno para que la presencialidad sea norma general del nuevo curso. Eso sí, «sin excluir» otros escenarios derivados de la crisis sanitaria.

Insiste Celaá en que esa asistencia presencial resulta «prioritaria» en los ciclos de Infantil y Primaria, e incluso en Secundaria, hasta los 14. Argumenta que es muy importante que, a estas edades tempranas, «los niños que no puedan trabajar delante del ordenador en sus casas en solitario, puedan estar acompañados en su proceso educativo». Para ello, no faltarán medidas de seguridad. Las esenciales son cuatro: «Ventilación, limpieza de manos, protección personal y distancia», enumeró. Las mismas reglas que se siguen en otros países de la Unión Europea donde ya han comenzado las clases: «Todos estamos en esa adaptación de las medidas según la realidad que vamos a vivir en el ámbito escolar», destacó. También hizo hincapié en la exigencia del compromiso de responsabilidad de los padres, que deben garantizar que «los niños van bien» a clase. El 31 de agosto, la ministra comparecerá en el congreso para explicar los detalles de la vuelta a las aulas. Mientras, la comunidad educativa asturiana sigue hablando de incertidumbre y reclamando seguridad. Ayer mismo el sindicato ANPE anunció que pide la suspensión cautelar de las instrucciones de inicio de curso.

En concreto, las referidas a los «grupos estables, en los que se prevé que acudan a clase sin el uso obligatorio de mascarilla». Apoyan la educación presencial, «siempre que se preserve la salud de la población escolar, para lo que es imprescindible el uso de la mascarilla desde los 6 años, sin excepciones».