Coronavirus en Asturias | Padres y profesores ven inviable el curso presencial sin más medios ni test masivos

De hecho, después de que la consejería avanzara que sopesará alternar la enseñanza presencial y telemática si se agrava la pandemia (medida que afectaría a los mayores de 14 años mientras que se priorizaría la asistencia a clase de los menores de esa edad), directores como Ana Aguirregoitia, del instituto El Piles de Gijón, creen que el modelo mixto (alternando la clase presencial y 'online') «sería un buen punto de partida para poder cumplir el protocolo, como va a ocurrir en Valencia. En mi centro, con aulas de 50 metros cuadrados y manteniendo el metro y medio de distancia, caben entre 20 y 22 alumnos. Nunca 25». Incide también en la falta de espacio Milagros Madiedo, del IES Jovellanos, que ve «fundamental hacer pruebas PCR a los profesores» en su vuelta a los centros y después a los alumnos. «Sería la única manera de tener la situación muy controlada», indica, no sin antes lamentar «la improvisación» de la consejería. «Es verdad que el escenario es muy variable, pero es disculpable hasta cierto punto. Ha pasado todo el verano y si vamos a ir a un modelo mixto, nadie nos ha dicho cómo se va a hacer ni con qué medios». Educación anunció 3,7 millones para digitalización. En el IES de Llanes, «con 800 alumnos, cien profesores, clases estrechas y pasillos también, tal y como está montado el curso, es una locura», indica Pelayo Martínez, uno de sus profesores. «Si se garantizasen las medidas de seguridad, lo ideal sería el curso presencial. Pero para eso hace falta bajar las ratios, más profesores y más inversión. Si vamos a poner en riesgo vidas, optaría por el híbrido, pero con medios, que el profesorado ha tenido que poner el suyo. Necesitamos órdenes concisas y respaldo legal». Lo mismo opina Daniel García Ron, director del colegio Condado de Noreña. «Hemos hecho grupos estables teniendo en cuenta la optativa de Religión, pero no en función de Asturiano, porque aún no tenemos profesorado».

En la concertada, Simón Cortina, presidente de Escuelas Católicas en Asturias, advierte de que aplicar un modelo bimodal «supondría tener en el aula un ordenador con suficiente potencia, con una cámara que enfoque al profesor en la pizarra y un sistema de sonido bueno que permita a los alumnos participar y escuchar». La red hizo cálculos: entre mil y 1.200 euros por aula. Eso, sin olvidar la complejidad de organizar grupos en Secundaria con la elevada optatividad.

Desireé Fernández, presidenta de las familias de la concertada, también es partidaria de pruebas «PCR a toda la comunidad educativa, ratios más bajas, desdobles, más contrataciones, más personal de limpieza, horarios de mañana para Infantil y Primaria, y de tarde para ESO y Bachillerato. Nosotros seguimos sin saber si tendremos jornada continua y si podremos conciliar». Las casi mil familias que piden la vuelta a clase voluntaria también ven «inviable» comenzar el curso con el «100% del alumnado».