Una asturiana, ingresada 310 días por covid

Elsa quedó ingresada en una planta del hospital madrileño, pero a los diez días tuvo que ser trasladada a la UCI, debido al empeoramiento de su estado de salud. Allí se le indujo el coma y en sus delirios llegó hasta a pensar que había dado a luz a mellizos. Pero su salud empeoraba y tuvo que ser sometida a una traqueotomía después de 25 días intubada y altas dosis de corticoides. También estuvo conectada a un sistema de oxigenación por membrana extracorpórea durante un mes. Durante su estancia en la UCI, Elsa Lombas sufrió desde afecciones vasculares hasta un infarto cerebral, pasando por infecciones uriarnias y una neumonía. Todos esos ataques a su cuerpo fueron salvados uno a uno por el equipo médico. Incluso, una médico internista la tuvo que tratar de una hemiplejía en el lado derecho del cuerpo y de polineuropatía, debido a tantos meses de inmovilidad.

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No salió de la UCI hasta el 15 de septiembre y ahora Elsa agota sus días en el Gregorio Marañón, esperando por su pronta llegada a su casa, con su familia. Así y todo, los sanitarios del centro indican que es su 'niña mimada', por los 310 días que lleva entre ellos y que han llevado a que todos los profesionales la conozcan, ya que prácticamente estuvo en manos de los profesionales de todos los servicios, salvo el de Pediatría.

En los últimos meses tuvo que volver a aprender a caminar, a comer, a hablar y a escribir. Los galenos le han preparado un programa de recuperación especial y multidisciplinar que llevarán a cabo fisioterapeutas, logopedas, nutricionistas, psiquiatras y terapeutas ocupacionales. Pero desde que saliera de la UCI ya se ha hecho mucho trabajo de readaptación con Elsa Lomas, sobre todo desde el departamento de Salud Mental. Eso sí, a pesar de todos estos cuidados, Elsa no oculta su miedo a abandonar el hospital, pero pesa más que en su casa la esperen su marido, Fran, y su hija, Eva, que la dejó cursando quinto de Primaria y ya está en sexto. Se ha perdido prácticamente un año de la vida de su familia y de la suya propia. Pero el miércoles por fortuna podrá celebrar su cumpleaños en su casa.