Secciones
Servicios
Destacamos
Pasadas las 12 horas la vida cambió en las instalaciones del Consorcio de Gestión de Residuos (Cogersa), un complejo ubicado en la intersección de los concejos de Gijón, Corvera y Llanera donde acaban los desperdicios de los asturianos. Un incendio se desató en la ... instalación industrial donde menos se esperaba: la nueva planta de basura bruta. Es la joya de la corona, una fabrica de 35.000 metros cuadrados en el valle de Vilorteo. Tras una inversión de 62 millones (la mayor de Cogersa en sus 42 años de historia) y tres años de trabajos, la instalación comenzó a operar el pasado 2 de enero, forzando una revolución en la manera en la que Asturias se libra de los desperdicios de sus ciudadanos.
Hasta ese momento, toda la basura que los ciudadanos depositaban en el contenedor de residuos mezclados –el que no era para reciclar– era llevada por los camiones al vertedero central de la región. Es la solución que se venía repitiendo desde 1985. La basura así arrojada fue colmatando un valle entero y desde 2016 se venía depositando en altura, formando así poco a poco una pirámide de residuos. Enterrar los residuos, o acumularlos de esta forma, es la solución más barata. También la que atenta contra la normativa de la UE.
Para cambiar el sistema Cogersa se dotó de esta planta de basura bruta. Los camiones llevan a ella esas bolsas de basura, que son abiertas, rescatando lo que aún puede tener utilidad y procesando el resto. Ese desperdicio se tritura, criba y mezcla con restos de muebles, para incrementar su poder calorífico. De este proceso salen, entre otros productos, 150.000 toneladas anuales de fardos prensados, denominados Combustible Sólido Recuperado (CSR); ahora se almacenan a la búsqueda de una industria que los aproveche en su caldera.
La activación de la planta de basura bruta era vista en Cogersa como un salto de modernidad, que permitía elevar las tasas de reciclaje, presumir de tecnología capaz de procesar los desperdicios y, eso sí, abordar nuevos retos como el destino del CSR y la importante subida de tasas que todo el proceso implica para el ciudadano. Se trata de un desafío que ayer tuvo que ser aparcado. Las llamas impusieron un cambio de urgencias.
El fuego se originó en la nave A, que es la que hace los trabajos de recepción de materiales y pretratamientos. Se sabe que comenzó en la zona de llegada de residuos voluminosos, esto es, muebles usados, colchones y palés. Son enseres «altamente combustibles y eso hizo que se propagase muy rápidamente», explicó la presidenta de Cogersa y consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí. El humo fue ganando altura, de forma que los miles de conductores que cada día circulan por la 'Y', a un monte de separación del complejo, pudieron constatar que algo estaba ocurriendo.
El aviso llegó al 112 a las 12.27 y de inmediato hubo movilización general. Acudieron los bomberos de Gijón, que asumieron el mando de la zona, cinco de Bomberos de Asturias con base en La Morgal, cuatro de Avilés y dos de Caso. También de ArcelorMittal llegaron en apoyo bomberos con una autobomba de 9.000 litros, que se sumó a otras cinco del Principado, la autoescala y una unidad de drones.
No había heridos pero estaba en juego la instalación que desde enero juega un papel crucial en la gestión de los desperdicios. El esfuerzo conjunto fue dando resultados. A las 13.36 el incendio se daba por confinado en la nave de pretratamiento y se seguía echando agua para que no pasara de allí.
La humareda era intensa. Cuando los profesionales de la extinción lo vieron seguro, trabajadores de Cogersa accedieron a la nave dañada a retirar la basura acopiada en los fosos, «para evitar que una chispa reinicie el fuego», comentaba Paz Orviz, gerente de la entidad.
Por la noche un retén de seis bomberos se mantenía a pie de instalación, supervisando el enfriamiento. El fuego ha arruinado parte de las placas solares instaladas en el techo de la nave, del sistema eléctrico y de la maquinaria que hacía las labores de pretratamiento. Toca ahora revisarlo todo y diseñar un plan de contingencia para acelerar la reparación y que la planta de basura bruta vuelva a funcionar, algo que llevará tiempo.
De momento la orden de Cogersa ha sido volver al pasado y echar la basura de nuevo al vertedero. «Quiero transmitir un mensaje de tranquilidad, vamos a seguir recepcionado la basura», garantizó Roqueñí.
El consorcio tiene experiencia reciente en cómo superar estos accidentes. En octubre de 2022 un incendio arruinó la instalación dedicada a procesar unas 20.000 toneladas al año de residuos peligrosos. Costó trabajo, pero la entidad supo salir adelante.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.