El cierre perimetral solo afecta a los núcleos urbanos de Gijón, Oviedo y Avilés

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha solicitado al Gobierno de la nación la declaración del estado de alarma en Asturias para restringir la movilidad nocturna en la comunidad ante el aumento de los casos de la covid-19.

Barbón ha realizado este anuncio tras la reunión celebrada este viernes por la comisión interadministrativa para el seguimiento de la nueva normalidad, en la que participan, junto con la Administración autonómica, representantes de la Delegación del Gobierno en Asturias y de la Federación Asturiana de Concejos (FACC).

Una de las medidas anunciadas es el cierre perimetral de Gijón, Oviedo y Avilés, que dio inicio a las doce de la noche y se prolongará hasta el 7 de noviembre.

De esta manera, las salidas y entradas a estas ciudades estarán prohibidas y controladas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la policía Local -a no ser que sea por motivos de fuerza mayor o necesidad, como estudios, trabajo o ayuda a personas dependientes-. Barbón recordó, en este sentido, el documento habilitado por las Cámaras de Comercio asturianas para justificar la movilidad por causas laborales.

Desde el gobierno regional se ha aclarado lo que se considera zona de confinamiento en el caso de las tres grandes ciudades asturianas, ya que las dudas han surgido si se habla de concejo o núcleo urbano. Por ello, el Principado ha confirmado que el cierre perimetral afecta «a los cascos urbanos de Gijón, Oviedo y Avilés». Ello implica que sin causa justificada, nadie de esas tres ciudades, si vive en área urbana, podrá desplazarse a las parroquias rurales de su respectivo concejo. Y al contrario: nadie de las parroquias de Oviedo, Avilés o Gijón podrá entrar sin causa justificada en el núcleo urbano.