Borrar
La primera mujer a la izquierda es Katia, la esposa del presunto inductor, ante la casa de Ardines poco después de encontrarse el cadáver. A la derecha, el concejal Javier Ardines. JUAN G. LLACA
Caso Ardines | El crimen que aún aguarda el final

Caso Ardines | El crimen que aún aguarda el final

La instrucción judicial, a la espera de la extradición del supuesto sicario desde Suiza | Los tres detenidos por ejecutar un plan para matar al concejal llanisco cumplen los primeros seis meses en el centro penitenciario de Asturias

OLAYA SUÁREZ

GIJÓN.

Domingo, 11 de agosto 2019, 03:14

Se cumple un año del crimen del concejal llanisco de Izquierda Unida Javier Ardines. Doce meses en los que la estupefacción inicial por el asesinato del cargo público dio paso primero a las especulaciones y la rumorología y a la asimilación de los hechos más tarde, cuando a los seis meses la Guardia Civil detenía a cuatro sospechosos de haber participado y maquinado el plan con el que acabaron con su vida.

La investigación ponía fin a todo un reguero de versiones sobre el móvil del crimen con el arresto en Bilbao del marido de una prima política de la víctima -con la que presuntamente mantenía una relación extramatrimonial- y a otros tres hombres: el mediador y dos delincuentes habituales originarios de Argelia que al parecer ejecutaron el encargo a cambio de 25.000 euros.

A Ardines lo mataron por celos y lo hicieron con nocturnidad y alevosía, con un primer intento en el que el edil consiguió evitar la trampa, sin saber que acababa de esquivar a la muerte y a los dos sicarios que días después, supuestamente le golpearon con bates de béisbol y le asfixiaron hasta comprobar que no respiraba.

Ocurrió la madrugada del 16 de agosto, cuando el concejal salía de su casa en Belmonte de Pría como cada día para dirigirse al puerto de Llanes, desde donde partiría con su embarcación a faenar. Sus asesinos le colocaron varias vallas de obra en su recorrido para que tuviese que bajarse de la furgoneta, momento en el que le golpearon brutalmente por detrás, en la cabeza y en las piernas. Le rociaron además con un spray de gas pimienta para aturdirle. Aún con todo, la enorme fortaleza física de hombre de mar curtido, le posibilitó echar a correr. Los asesinos le alcanzaron a unos 60 metros y le asfixiaron hasta cerciorarse de que estaba muerto. Acto seguido, se subieron al vehículo que tenían en las inmediaciones y condujeron directos hasta Bilbao.

Así se desprende de las arduas investigaciones llevadas a cabo por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) y la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón que permitieron reconstruir palmo a palmo la vida de la víctima, tanto su esfera pública como la privada. La pista más sólida de la que tirar la obtuvieron cuando descubrieron que Javier Ardines mantenía una relación con una prima carnal de su mujer, Katia, con la que se llevaba viendo a escondidas más de 20 años. Pocos meses antes el marido de Katia, Pedro Nieva, conoció la infidelidad y rumió un plan para quitarse de en medio a su adversario.

Visitas de su mujer en prisión

Seis meses después de materializarse las detenciones, la fase de instrucción permanece prácticamente parada en el juzgado de Llanes a la espera de que las autoridades suizas extraditen a uno de los dos sicarios. Cumple prisión en el país helvético por robo con fuerza y no se espera que sea hasta otoño cuando por fin lo pongan a disposición de la jueza que llevó el complicado caso desde el inicio.

Los otros tres presuntos implicados permanecen en el centro penitenciario de Asturias. Nieva, el presunto cabecilla, ha cambiado hasta en cuatro ocasiones de abogado defensor. El acusado de ser el inductor del crimen no encuentra por el momento ninguna línea letrada que le convenza de cara al juicio, que podría retrasarse hasta 2021 debido a la demora de la instrucción por el arrestado que está fuera de España. A lo que sí sigue unido Pedro Nieva es a su mujer, quien lo visita con frecuencia en el centro penitenciario, a veces sola y a veces con los dos hijos del matrimonio.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Caso Ardines | El crimen que aún aguarda el final