![Las plañideras y Bifiter no pudieron contener el llanto.](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202302/22/media/cortadas/81043099--1968x1310.jpg)
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MARCO MENÉNDEZ
Miércoles, 22 de febrero 2023, 02:30
El Antroxu 2023 ya es historia. El cortejo fúnebre y la lectura del testamento de la sardina pusieron el colorido y sonoro colofón a varios días de fiesta en los que la participación ciudadana fue masiva. Los gijoneses quisieron ayer despedir a la sardina como se merece, con un multitudinario desfile que partió del paseo de Begoña y, tras transcurrir por las calles de Covadonga, San Bernardo, San Antonio y Muelle de Oriente, culminó en una plaza del Marqués en la que aguardaba gran cantidad de público. El intermitente orbayu no arredró a espectadores -muchos de ellos disfrazados- ni a los integrantes de las doce charangas que animaron todo el recorrido con sus bailes y percusiones.
Ese esfuerzo fue muy agradecido por los gijoneses que se agolpaban en las aceras, pues fueron continuos los aplausos que dispensaron a las charangas. La comitiva estaba encabezada por el cadáver de la sardina, con sus inseparables Gelita y Bifiter, así como un grupo de plañideras. A continuación, las charangas según la clasificación obtenida en el concurso, encabezadas por la ganadora, Los Mazcaraos, seguida de Los Tardones, Xaréu nel Ñeru, La Última y Marchamos, Los Restallones, Gijonudos, Kopa Vino, Folixa pa Toos, Os Brasileiros do Xixón, La Vieja Guardia, Los Acoplaos y Perdíos de los Nervios.
La marcha duró justo una hora, ya que la última de las charangas llegó a los pies de la estatua de Don Pelayo a las ocho y cuarto de la tarde. Allí esperaba el ataúd con la sardina y, a sus pies, un coche fúnebre que llevaría el cuerpo de Isardina -la seña del Antroxu gijonés- a su último lugar de reposo.
Y es que, como se indicó antes de leer su testamento, murió «después de tar disfrutando el carnaval más gamberru». Estaba claro de que «aunque fuera de Xixón, se nos volvió medio inglesa y yera casi -pue dicise- una leidi xixonesa». Y también hubo tiempo para hablar de la actualidad: «Ya marchó con Honorino (cuya reciente esquela en EL COMERCIO dejó reflejado su buen humor), el xixonudu guasón que dixo que taba malu y nun-y faltaba razón». Eso sí, la sardina sí que pedía flores para su funeral. Pero también se habló de los túneles de Feve, porque era «una sardina tan alta nun entraba pela puerta. Como los trenes de Feve. Pa quedase boquiabierta». En su testamento, Isardina aseguró que «alterné por tolos barrios» y quiso tener un especial recuerdo para su «amiga más leal», Gelita, y el «amigu orixinal», Bifiter.
Con las charangas formadas en la plaza del Marqués y con una marcha fúnebre sonando por la megafonía de la organización, el ataúd con Isardina en su interior fue introducida en un coche de Funerarias Gijonesas, que abandonó el recinto al ritmo de tambores y bombos, hasta el próximo Antroxu. Pero las percusiones de las charangas siguieron sonando al unísono durante muchos minutos, con todos sus estandartes enarbolados a los pies de un Don Pelayo que todavía lucía su disfraz de este año, vestido del Sporting y con un gran sombrero mejicano.
Y es que, como dijo Isardina en su testamento, «¡Hasta más ver, amiguinos! ¡Hasta siempre, mio Xixón! ¡De tolos pueblos d'España, siempre vas ser el meyor!».
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