Boom de las bodas en Asturias

Las peticiones de presupuestos para bodas a futuro, en comparación con 2021, han crecido un 161%, otra señal que indica que las parejas ya vuelven a ver apetecible hacer una boda sin rastro de mascarillas en el álbum de fotos. Marta Quintero, wedding planner -término con el que se conoce a quienes ofrecen sus servicios para organizar bodas-, asegura que hay un «boom» de bodas, especialmente en verano.

Viernes, sábado e incluso domingo están siendo los días elegidos para las ceremonias. Una tendencia que previsiblemente no continuará en 2023 porque no habrá que «recolocar» a las parejas cuyas bodas estaban pendientes. «Este año está siendo un poco atropellado, el próximo año también será de muchas bodas, pero las celebraciones se volverán a concentrar en sábado. El ritmo de trabajo para el 2023 es normal, de antes de pandemia, no como este que fue desorbitado», afirma.

Después de que la pandemia obligara a ceremonias más íntimas, en 2022 las bodas son una celebración por todo lo alto. A pesar de que los precios en el sector de las bodas se han actualizado, al igual que en otros ámbitos, las parejas no se privan de ningún servicio. «No dejan de contratar un servicio que les gusta porque su precio sea elevado», apostilla Quintero. La wedding planner gijonesa María Guerra cuenta que ha tenido casos de con contratos ya firmados de proveedores que le han dicho: «Lo siento mucho. Habla con los novios porque no les puedo respetar el presupuesto».

Es un hecho que los referentes de los jóvenes no son los mismos que tiempo atrás y las bodas de las 'instagramers' tienen influencia en los enlaces de las parejas de a pie. «Puedes casarte por 22.000 euros, pero el problema es que, hoy por hoy, la referencia de las bodas son las de las influencers. Te piden lo que ven en las redes sociales y hay que aterrizar las ideas de las parejas», relata Guerra. Partiendo de la cifra estimada de 200 invitados y sin contar el gasto de la preboda ni la postboda, tampoco las colaboraciones, una boda influencer no se hace por menos de 100.000, según especifica.

Las bodas íntimas ganan posiciones. Ambientes cercanos y ceremonias pequeñas. «Cada una de las partidas del presupuesto para la boda es más alta, pero tienen menos invitados», explica Guerra, que, en su caso, está teniendo pocas bodas con más de un centenar de invitados. «Se han eliminado los compromisos por completo, hace años no era así», apunta. Además, la gente está buscando otro tipo de celebraciones: más espacios abiertos, más cócteles y menos banquetes, más amigos y familia y menos invitados de compromiso.

Una profesión, la de Guerra y Quintero, al alza, pues «cada vez se le está dando más valor a que una persona te pueda ayudar a organizar y coordinarlo todo porque nuestras vidas son cada vez más ajetreadas y tenemos menos tiempo». Gente que vive fuera y se quiere casar en Asturias es también el perfil de clientes que recurren a su figura.

Si cada boda se mide al detalle y se celebra a lo grande, todos los eventos que rodean al «sí, quiero», también. De hecho los saraos como prebodas, pedidas y especialmente grandes despedidas de soltero son cada vez más comunes. Explican desde el sector nupcial que las prebodas ya están completamente asentadas, especialmente si el enlace implica desplazamiento para los invitados. Aunque sus agendas no están todavía abiertas para 2024, hay personas que ya empiezan a interesarse y pedir presupuesto a las wedding planner. Como mínimo, se necesitan trece meses para organizar un enlace, «un año, hoy por hoy, es escaso», asegura Guerra.

Laura y Fátima se darán el «sí quiero» el día 30 de julio en el Palacio de Rubianes, en Piloña. Desde León llegarán los 90 invitados al enlace, que se alojarán en el propio palacio y en las casas rurales más cercanas.

Un fin de semana de celebración con amigos y familiares que también incluye una preboda en un restaurante de la zona. «Preferimos una boda más pequeñita por el tema del coronavirus», explican.

Las dos son leonesas y por ello decidieron recurrir a la figura de una wedding planner asturiana para que les asesorase en la elección de los proveedores y para no tener que estar pendientes de nada el día del enlace y poder disfrutar al 100%. «Nos gustó el Palacio de Rubianes, la fecha nos daba igual y nos adaptamos a la única que quedaba disponible cuando hace un año comenzamos a organizarlo todo», cuentan. Eligieron Asturias porque es «un lugar por el que suspiran» y por la manera en la que se celebran los enlaces en el Principado donde, sostienen, «son más espectaculares».

Laura y Fátima contrataron su boda en 2021 y aseguran que la mayoría de los proveedores han mantenido los precios. «Nos han respetado lo que teníamos acordado, pero somos conscientes de que ha habido un incremento para este año», afirman.