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Mónica Álvarez con su hija Andrea, en el hospital de Jarrio. E. C.
Los bebés bisiestos de 2024 en Asturias, tan especiales como la fecha en la que nacieron
Nacimientos

Los bebés bisiestos de 2024 en Asturias, tan especiales como la fecha en la que nacieron

Jack, Andrea, Celia, Héctor y Lili son cinco de los seis niños bisiestos de este 2024. Hay familiares que hasta hicieron porra con la fecha del acontecimiento

Miriam Suárez y Susana Neira

Gijón | Oviedo

Jueves, 29 de febrero 2024, 15:49

El de este jueves fue un día particular porque sólo aparece en los calendarios cada cuatro años y, justo a las 5.30 de la madrugada, nacía Andrea González Álvarez, que, según su madre, «seguro que va a ser tan especial como la fecha del 29 de febrero». Es de los primeros bebés bisiestos de 2024 en Asturias –hubo cinco– y su entorno familiar llegó incluso a hacer una 'porra' sobre su nacimiento, que, efectivamente, se ha convertido en un acontecimiento singular.

«Me lo comenta todo el mundo que llama para darnos la enhorabuena», apunta Mónica Álvarez, que dio a luz en el Hospital de Jarrio, del que «he recibido un trato maravilloso, en especial, de la matrona y la auxiliar; inmejorable». En una comarca como la occidental, muy envejecida y con pocos nacimientos, Andrea llega como un regalo demográfico. «Es una niña tranquila y muy dormilona», explica su madre, que reside en Navia con su marido Vidal González y su otra hija, Olaya, de 3 años.

Allí la están esperando «con todo preparado» para acoger al nuevo miembro de la familia, que pesó al nacer 3,8 kilos y mide 50 centímetros. Como Andrea, Jack, que dormía plácidamente en su cuna del HUCA, ajeno al calendario, con su madre, Gloribel Pascual, natural de la República Dominicana, acariciándolo y pensando que este bebé de 3,4 kilos y 50 centímetros «es una bendición». Y no por haber nacido en 29 de febrero –fue el más madrugador–, sino porque «venía de culo y, cuando me pusieron la epidural, va y se gira solo».

Glorible mira a su bebé, el pequeño Jack. Alex Piña

Gloribel, que ya está hecha a la idea de celebrar el cumpleaños de Jack el 1 de marzo, se mostraba «muy feliz» de haberse convertido en madre de un niño «muy mimiso». Unas habitaciones más allá, también en la segunda planta del HUCA, María Fernández daba el pecho a su hija Celia, que también nació este 29 de febrero. «Esta es nuestra segunda hija. El primero, de cuatro años, ya rondó esta fecha: el 5 de marzo», explicaba el padre de la niña, Juan Lorences. También el el hospital de referencia de Asturias nació a primera hora de la noche un tercer bebé.

María Fernández y Juan Lorences, con Celia. Alex Piña

De Jarrio, a Mieres

Celia tenía que haber llegado el 27 de febrero. Un ligero retraso hizo que su nacimiento fuese doblemente especial. «Era mejor que pasara otro día, pero bueno, lo importante es que el parto ha sido relativamente rápido y sin contratiempos. Y ella tendrá la peculariedad de cumplir años cada cuatro», comentaban María y Juan. Como decían en broma Beatriz Bermúdez y José Ignacio Corcuera, los padres de Héctor, el cuarto bebé bisiesto de la jornada, «mira qué suerte va a tener, que no van a pasar los años por él».

Beatriz Bermúdez, Ignacio Corcuera y Héctor. E. C.

Beatriz se puso de parto a las 4 de la madrugada, pero Héctor, el primer hijo de esta pareja de Ablaña, no nacía hasta las 11.20. En el Hospital Álvarez Buylla de Mieres, no pasó desapercibida la fecha y «por la mañana ya me lo comentaban las enfermeras». En realidad, su nacimiento estaba programado para el 11 de marzo, pero «se ve que él quería nacer este día», tan singular como el hecho de que Héctor –2,9 kilos y 49 centímetros– será el segundo bebé de su pueblo, que se está quedando sin población.

Y para culminar los nacimientos registrados en este febrero bisiesto llegó Lili, que nacía a las 15.45 en el Hospital San Agustín de Avilés, tras un parto «bastante rápido y muy guapo». Sus padres, Aida Villa y Pablo López, estaban «muy contentos». Para ellos, cuándo soplará las velas Lili es lo de menos. Lo fundamental en un día como el de este 29 de febreroes que «todo ha salido bien» y Lili conocerá pronto a su hermano de dos años.

Pablo López posa con su hija Lili en brazos. Marieta

Es más, «a mi me gustaba que naciese en febrero, porque es el mismo mes que nací yo, y el 29 es una fecha bien guapa», sostiene Pablo López, que hace la siguiente lectura de esta anécdota que acompañará siempre a Lili: «Naciendo en año bisiesto, todo el mundo se va a acordar del día que naciste».

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