Barbón anuncia una promoción de la apertura de la variante «que marque un antes y un después en turismo»

«Hay que echarle muchas ganas para venir a Asturias, pues por carretera implica pagar el peaje más caro, el tren desde León es el más lento de toda la vía ancha y nos faltan vuelos; los turistas vienen a pesar de que no han preparado a la región para ello», contextualizó Susana Fernández, por parte de Ciudadanos. En su exposición llegó a afear al presidente los resultados de las últimas asambleas locales de los socialistas, algo ante lo que Barbón se revolvió indicando que «la agrupación de Pola de Laviana tiene más militantes que Ciudadanos en toda Asturias». Sobre el fondo del asunto, el presidente respondió que las entidades empresariales del sector turístico «han dicho que la Semana Santa superó todas las expectativas», «usted dijo que corríamos riesgo de morir de éxito y de momento tenemos éxito y no nos hemos muerto». Con todo, el presidente del Principado puso el foco en la apertura de la variante de Pajares y la llegada de la alta velocidad. «Es un elemento de cambio fundamental, conocemos los impactos que ha tenido en otros territorios; tenemos que articular una llegada y promoción del AVE como un antes y un después de nuestro desarrollo turístico», indicó.

En la Feria internacional de turismo (Fitur) el presidente se expresó en términos similares. En puridad ferroviaria «AVE» es una marca comercial que Renfe aplica a trenes en ancho internacional que no circularán por la variante de Pajares, toda vez que la última estación en la que pueden detenerse es León. Los túneles que se estrenarán el año que viene extenderán la línea de alta velocidad de Madrid hasta Pola de Lena, pero con una combinación de vías que obligan a recurrir a los trenes de ancho variable, como los que prestan ahora el servicio Alvia actual. Más allá de la nomenclatura técnica, el término AVE está popularizado de forma que se suele asociar a toda la alta velocidad; es por ello que la Real Academia Española lo reconoce como la marca registrada por Renfe pero también como forma de hablar de un «tren de gran velocidad».

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IU aprovechó el pleno para ahondar en la repercusión que el anteproyecto de ley de movilidad estatal puede tener en la región. «Hay que rebelarse contra quien dice 'ninguna sociedad puede permitirse financiar con dinero público trenes que vayan vacíos'», dijo la portavoz, Ángela Vallina, leyendo así una de las polémicas frases incluidas en la iniciativa legislativa. «La ministra aclaró que no tenía ningún plan para modificar las líneas existentes», replicó el presidente. «Si hubiera cualquier deseo del Gobierno de España de reducir las líneas en Asturias, el Gobierno de Asturias antepondrá el interés de Asturias a cualquier otro», comprometió Barbón.

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Vallina recordó que desde 2018 está en vigor una ley autonómica de movilidad que otorga al Principado la capacidad de preservar las líneas que sean declaradas de interés regional, proceso que instó a tramitar. Tanto desde Ciudadanos como desde Foro lamentaron el escaso desarrollo que está teniendo dicha norma autonómica. «Se siguen sin presentar los planes de movilidad», dijo como ejemplo Adrián Pumares, portavoz forista que insiste en que «la hoja de ruta pasa por empeorar el servicio de cercanías, tener infraestructuras obsoletas y cuando haya pocos pasajeros, tener la excusa para cerrar líneas». Para evitarlo el diputado volvió a plantear la conveniencia de que el Principado negocie la transferencia de las cercanías, algo que también interesan Podemos e IU.

«Eso es una absoluta locura, es poner en riesgo la viabilidad de nuestra comunidad», recriminó el presidente. «Nuestro planteamiento es que primero se ejecuten las obras del Plan de Cercanías hasta 2025 y luego ya hablamos», argumentó Barbón. El jefe del Ejecutivo recordó que a Foro «le parecía maravilloso cuando el Plan era de 600 millones y tenía 0 euros de consignación presupuestaria, y ahora que hay 1.000 millones y se han movilizado 600 lo obvian y hablan de transferencia de competencias».