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El AVLO, en la estación de Gijón.

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El AVLO, en la estación de Gijón. J. M. Pardo

El AVLO llega a Asturias: «Es rápido y muy barato, pero hace falta una cafetería»

El tren de alta velocidad y bajo coste estrena el trayecto Madrid - Gijón con 512 pasajeros a bordo

Soraya Pérez

Gijón

Lunes, 22 de julio 2024, 17:30

Asturias entró en la tercera fase de la alta velocidad. Tras la apertura de la variante de Pajares (el 29 de noviembre) y los primeros trenes AVE S-106 (el 21 de mayo), Renfe pudo activar la cartelera que tenía prevista. La comunidad pasa de cuatro frecuencias por sentido con Madrid a seis, de las que dos son AVE S-106, una AVLO S-106 (la marca de Renfe para la alta velocidad de bajo coste) y tres Alvia, con la novedad de que uno termina y empieza en Avilés.

El salto es mayúsculo. Hace nueve meses el viaje completo Gijón-Madrid exigía unas cinco horas y se hacía en trenes incapaces de pasar de los 220 kilómetros por hora; hoy dura menos de cuatro y según el tren se puede alcanzar los 330. El Alvia traslada a un máximo de 299 viajeros; el AVLO S-106 es hoy por hoy el tren con mayor capacidad de España, 581 plazas, 70 más que el S-108 de la gala Ouigo. Hasta el 21 de mayo solo había 2.392 asientos al día para viajar entre Asturias y Madrid; ahora son más del doble, 4.984.

El pasado año Renfe decidió que ésta era la cartelera con la que quería estrenar la variante de Pajares, pero los retrasos de Talgo en la entrega de los S-106 y las obras de Chamartín obligaron a ir secuenciando el despliegue. Ahora ya está completado e instaura «una nueva era en las comunicaciones», según la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo. El reto es «mantener los niveles de ocupación espectaculares que tenemos hasta ahora, del 96%», fijó el consejero de Fomento, Alejandro Calvo. «Si los mantenemos vamos a seguir teniendo buenas noticias y más frecuencias», confió.

No será fácil. Ahora hay promociones, billetes baratos, verano. «El gran reto es ver cómo funciona esta operativa y qué respuesta da en otoño, con el cambio de hábitos en la movilidad», indicó el consejero. «Hay un desplazamiento muy importante de viajeros que antes iban en avión, gente que teletrabaja en Madrid y viaja semanalmente, y estudiantes; vamos a ver cómo se comporta en otoño» esa demanda.

Por de pronto las sensaciones son buenas. El AVLO 04121 Madrid-Gijón que estrenó la conexión cumplió y llegó puntual, con 512 billetes vendidos para toda o parte de la ruta. Entre los 469 viajeros que se bajaron en Asturias había asombro por la velocidad, cierta sorpresa al percatarse de que es un tren sin cafetería, satisfacción por los precios a los que pagaron el billete.

En esa competencia se impuso Diego Santamarta. Salió a las 13.55 de León en el tren de libre morada y hora y media después estaba en Gijón: «En mi caso me costó 70 céntimos con la promoción de Verano Joven y la de familia numerosa. Vengo de vacaciones a encontrarme con unos amigos», relataba.

«Nos parece una excelente alternativa para viajar y claro que repetiremos», comprometían Carolina López y Daniel Carbón, procedentes de Madrid con billetes a 12 euros, poco más de lo que cuesta el bus al aeropuerto.

María Teresa Vega pagó 35 euros. Dice que el precio y llegar en cuatro horas a Gijón «es una gran ventaja», pero es de las que echaba de menos la cafetería, más en un día en el que las máquinas de autoventa tampoco funcionaron. «Llevo cuatro horas queriendo tomarme algo y no he podido».

«No hay razón para quejarse, es muy barato y rápido y ha sido puntual», oponía Sandra Pérez. «A quieres se quejan de que no hay cafetería solo les puedo decir que no podemos tenerlo todo», argumentó.

Fue una jornada histórica, pero no redonda. El AVE con salida de Madrid a las 14.58 circuló con 167 minutos de retraso; el siguiente, el de las 16.37, tuvo una demora de 90 minutos. En sentido contrario el Alvia que salió de Gijón a las 15.30 se retrasó 75 minutos.

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