En el Teatro Jovellanos, con Carmen del Valle y 'Alta seducción', en 2017. P. CITOULA

Muerte de Arturo Fernández | El galán: conquistador en el teatro y en la vida

Siempre rodeado de mujeres, nunca protagonizó un escándalo más allá de los rumores. Su gran amor ha sido Carmen Quesada

O. ESTEBAN

GIJÓN.

Viernes, 5 de julio 2019, 04:39

Habría que hacer un auténtico ejercicio de control para hablar de Arturo Fernández sin referirse a él como el eterno galán, como el gran seductor del escenario. Porque lo fue. Porque a sus 90 años, hasta hace unos pocos meses, compartía escenario con ... Carmen del Valle, la última actriz que se había sumado a la larguísima lista de féminas que compartieron con él las tablas, las giras por toda España. Juncal Rivero, Sofía Mazagatos, Eva Serrano, Sonia Castelo... Pero es que el cine, mucho antes que el teatro, le llevó a seducir a Isabel Pantoja, Amparo Muñoz, Concha Velasco, Analía Gadé, Teresa Gimper, Marisa Paredes, Nadiuska, Rocío Dúrcal... Un donjuán en toda regla que, por contra, y tan alejado de los actuales usos y costumbres de quienes hoy habitan platós, pantallas y papel couché, jamás protagonizó una polémica amorosa. Nunca.

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Los rumores hablaron en su día de Lupe Sino, Lea Massari, María Asquerino e incluso Carmen Sevilla. La fama de conquistador le persiguió. Pero él fue, en realidad y mucho más allá del escenario, hombre de dos mujeres: María Isabel Sensat Marqués, con quien contrajo matrimonio en 1967 y madre de sus tres hijos y, sobre todo, Carmen Quesada, su compañera de vida, con la que ha compartido cuarenta años de estabilidad y amor.

Siempre impecable, siempre elegante, siempre rodeado de mujeres (en el teatro, en los actos públicos, en los photocalls...), siempre con un piropo dispuesto (llegó a asegurar que las frases de los boleros le habían servido para conquistar), jamás se cansó de contestar a la misma pregunta. ¿Cómo consigue seguir siendo el eterno galán? ¿Es muy exigente? ¿Cómo lograr mantenerse en forma? «La condición de galán te la da tener un buen físico y ser un primer actor». Cumplía ambas condiciones. Jamás se sintió encasillado, nunca tuvo la tentación de cambiar de registro. Para qué, si su gran papel, su eterno personaje, tan difícil distinguir ya de la persona, se lo había dado todo. 'Alta seducción' ha sido su última obra de teatro. Y el resumen de su vida.

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