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Patricia Alviz junto a su hija Manuela, en la cola para embarcar en el vuelo con destino Fráncfort.

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Patricia Alviz junto a su hija Manuela, en la cola para embarcar en el vuelo con destino Fráncfort. Damián Arienza

«El aumento de vuelos internacionales nos animó a trasladarnos a Asturias»

Lufthansa opera por primera vez en Asturias en un vuelo que ha generado mucha expectación

Domingo, 23 de abril 2023, 20:31

Patricia Alviz y su hija Manuela eran este domingo las primeras en la fila para embarcar en el vuelo DLH 1553, con destino Fráncfort. Madre e hija iban a viajar de Asturias a Túnez, con escala en la ciudad alemana. «A través de Fráncfort llegamos dos o tres horas antes que vía Madrid, tenemos menos tiempo de espera en el aeropuerto y nos sale más barato», comentaba Patricia Alviz, que vive en el sur de Francia y se está haciendo una casa en su Villavisoa natal. «Nos venimos en julio a vivir y una de la cuestiones que nos animaron a trasladarnos a Asturias fue precisamente que hayan aumentado las comunicaciones con más destinos internacionales», añadía esta asturiana que se dedica al mundo de las inversiones.

Medio centenar de personas esperaban junto a ellas para subirse al avión. Pudieron ver cómo tripulación y pasajeros del viaje anterior —el que partió de Fráncfort con destino Asturias— recibieron regalos para celebrar un hecho histórico: el primer vuelo de Lufthansa al Principado.

El vuelo DLH 1552, procedente de Fráncfort, aterrizaba este domingo pasadas las cuatro de la tarde en el Aeropuerto de Asturias con 115 personas a bordo y la expectación de ser el primer viaje que la compañía Lufthansa opera en la región. Aunque el comandante Miguel Martín Veysada, alemán con padre de Ávila, ya había informado en cabina sobre la singularidad del trayecto, los pasajeros no esperaban ser recibidos con tantos honores y cámaras.

Los primeros en salir: David Goralski, de Hamburgo, en viaje de negocios; Roberto Tuñón, asturiano residente en Bonn, que venía a visitar a su familia; y Poema y Maui Ernst, que regresaban con su madre, Sara Santos, de pasar unos días en Berlín, donde su padre está trabajando en la Fórmula E. La impresión compartida por todos ellos es que la nueva conexión aérea con Asturias «está perfecta, genial», porque «te ahorras mucho tiempo de viajes y escalas. Para llegar aquí por Madrid o Barcelona antes echabas el día».

El viaje duró exactamente 1 hora y 55 minutos. Responsables del aeropuerto y de la compañía recibieron a la tripulación en la zona de embarque para cortar una cinta simbólica de la inauguración. El comandante Veysada y la responsable de cabina, Claudia Kübler, fueron los encargados de hacer el gesto inaugural que pone oficialmente en marcha esta nueva conexión aérea. Con ellos, Mustafá Topcu, Zdenko Kukucka y Caroline Bauer -auxiliares de vuelo-, y el copiloto del Airbus 319 Dominic Möncks. En representación de la compañía estaban Ann Boykin, directora general de Lufthansa Group para Europa del Oeste; Leticia Alcalá, directora de ventas en España; y Pierre Brague, director de marketing para España y Portugal.

«El mercado asturiano es muy potente», sostiene la compañía que espera que la demanda permita alargar su conexión con el Principado más allá del mes octubre. En el primer vuelo de Lufthansa al Principado, además de españoles, viajaban pasajeros procedentes de EE UU, Canadá y Alemania. Unos por viaje de placer y otros por viaje de negocios. Incluso un grupo de periodistas y touroperadores que venían exclusivamente a conocer el nuevo destino de Lufthansa.

El primer vuelo llegó casi completo. El de regreso a Fráncfort, sin embargo, despegó a media capacidad. Algo que, según la compañía, es comprensible al tratarse de una nueva conexión. De hecho, «la semana próxima vendrá un Airbus 320, que tiene mayor número de plazas, por la alta demanda», explicó Leticia Alcalá. La línea entre Asturias y Fráncfort funcionará los miércoles, viernes y domingos. También habrá conexión con Múnich los sábados.

«Unimos gente, culturas y trabajo», subrayó Alcalá. Se recibió a lo pasajeros con una bolsa de Turismo de Asturias que contenía información del Principado, un bolígrafo, un llavero y tarjetas para identificar maletas. También la tripulación tuvo un obsequio: moscovitas de Rialto. Mientras, medio centenar de personas esperaban para subirse al vuelo DLH 1553, con destino de vuelta al aeropuerto de Fráncfort.

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