Asturias cierra el año con 29.312 viviendas de uso turístico, el doble que en 2020

Esos los ejes sobre los que pivotará la acción de Otea el próximo año y que fueron analizados ayer por los dos vicepresidentes de la organización, Fernando Corral y Javier Martínez, durante un desayuno informativo en el que se presentó el citado informe. Fue un encuentro con los periodistas en el que no pudo participar el presidente, José Luis Álvarez Almeida, al encontrarse en un acto organizado por Hostelería de España, donde ostenta la vicepresidencia.

Tanto Corral como Martínez hicieron hincapié en el crecimiento «descontrolado» de las viviendas de uso turístico. Y para ello aportaron los datos que recoge el informe. Según el mismo, Asturias cierra el año con 113.875 plazas de alojamiento, sumando las de turismo rural, hoteles, viviendas vacaciones y turísticas, camping, apartamentos turísticos y albergues. Son 8.861 más que las que había hace un año. El aumento se debe al incremento de la oferta en alojamientos de los sectores «no tradicionales», que es como desde Otea se refieren a los establecimientos hoteleros. Estos últimos han perdido 403 plazas desde enero, mientras que las ofertadas por las viviendas vacacionales y de uso turístico aumentaron en 724. Los campings son el tercer sector en número de plazas, con 26.149.

En el estudio presentado ayer se incluye una evolución de las plazas de alojamientos en Asturias desde 2013. Aquel año, el turismo rural ofertaba 18.071 plazas; los hoteles 30.531; 1.769 correspondían a viviendas vacaciones y 25 las de uso turístico. Cabe recordar que se denomina como viviendas vacacionales aquellas que se alquilan de manera ocasional para periodos largos, mientras que las de uso turístico son las que están diseñadas y destinadas exclusivamente al alojamiento de corta estancia de turistas.

La evolución de este tipo de negocios ha ido al alza desde entonces. El punto de inflexión fue 2019, cuando se contabilizaban en Asturias 12.548 plazas. Un año después eran ya 15.617, es decir, casi la mitad que las registradas a cierre de 2024.

La ley de turismo aprobada recientemente por el Principado establece la regulación de este tipo de alojamientos, ampliando los requisitos para su funcionamiento. Desde Otea se considera que hay que seguir avanzando al respecto: «No estamos en contra de este tipo de alojamientos, en absoluto. Sólo pedimos que se corrija el limbo legal en el que se encuentran, porque cuando te dedicas al mismo negocio las condiciones del tablero tienen que ser para todos», dijo Corral.

Al margen de estos datos, el sector turístico cierra 2024 con 14.812 establecimientos, entre hostelería y alojamientos. De la restauración funcionan en Asturias 5.843 bares –400 menos que en 2024–, 1.308 restaurantes y 147 negocios de catering. En total son 38.313 los empleos que el turismo genera en Asturias de forma directa, de los 8.858 son autónomos.

De cara al 2025 que está a punto de comenzar, desde Otea se ponen como retos ampliar la oferta con nuevos productos que permitan aumentar la desestacionalización –«por primera vez hemos cerrado el año con más del 50% de ocupación», recalca Corral–, frenar el absentismo laboral y avanzar en la formación del personal.

También desde Otea se marcan como objetivo del año próximo la recuparación de la autopista del mar Gijón-Nantes. De hecho, ya han solicitado una reunión con el Gobierno para avanzar en este sentido. Consideran que es una fórmula para seguir avanzando en la desestacionalización, con vistas, sobre todo, al turista extranjero.