Un cambio «necesario» tras dos años de enfrentamientos

Lo tenía por tanto difícil Carmen Suárez, más allá de la pandemia, porque tenía la oposición en casa. «No es de recibido que después de un año tan duro el profesorado se haya sentido abandonad», lamenta Puente. ES solo una de las muchas quejas que los sindicatos tienen. Hablan de falta de diálogo, de continuismo respecto a la política de su predecesor, Genaro Alonso, e incluso de «decepción».

Así lo dice Tino Brugos, de Suatea. «Profunda decepción», de hecho. Pese a que «hemos intentado tener empatía, porque le ha tocado afrontar la etapa más complicada», pero ni así, asegura. Dicen que ya empezó mal el curso 2019-2020, aún sin coronavirus, y que luego todo ha ido empeorando. La falta de un nuevo acuerdo de interinos, la polémica por la evaluación docente, la organización de las oposiciones de Secundaria... Todo, sumado al momento histórico de cierre de las aulas y a la organización de este último curso que, si bien ha tenido un excelente balance, por haber conseguido mantener las aulas abiertas y seguras, ha sido un camino muy complicado salpicado de continuas polémicas.

También en CC OO esperaban el relevo desde hace tiempo. Se sabía, dentro y fuera de la Consejería de Educación, que el tiempo de Carmen Suárez había finalizado. «Era necesario. Pero,pese a todo, estas últimas semanas reconocemos el trabajo de Carmen, porque le tocó lidiar con la parte más fea de la pandemia y la gestión fue, como en todas las comunidades, negativa».

Con Lydia Espina, hasta ahora directora general de Planificación e Infraestructuras Educativas, se abre una nueva etapa. O eso esperan, al menos, los sindicatos educativos. Aunque lo cierto es que no lo dicen nada convencidos. Primero, como dice Borja Llorente, de CC OO, porque «lo importante no son las personas sino las políticas que hacen esas personas», así como los recursos que pueden gestionar y que, a juicio de los docentes, son insuficientes. Y, por otro lado, apunta Tino Brugos, porque, como directora general de Planificación, Espina es en buena parte responsable de las instrucciones del nuevo curso escolar, rechazadas por todos los sindicatos y por el Consejo Escolar de Asturias.

Por su parte, desde Escuelas Católicas de Asturias, su presidente, Simón Cortina, ha trasladado su enhorabuena a la nueva consejera, que tomará posesión esta misma semana. «Como directora general nos ha demostrado que conoce y reconoce el valor social de la educación concertada. Le pedimos capacidad de diálogo y voluntad política para llegar a acuerdos a través de la negociación». La relación de la consejería con los colegios concertados tampoco ha sido fácil en esta etapa, toda vez que ha coincidido con la aprobación de la Lomloe, tan cuestionada y contestada por este sector. Pese a todo, Cortina abre nueva etapa. «Por nuestra parte encontrará, como es costumbre en Escuelas Católicas, disponibilidad y colaboración en todo aquello que nos solicite y que ayude a mejorar el sistema educativo asturiano».

Hace meses que la oposición daba por amortizada a Carmen Suárez y dirigía sus baterías a provocar una mayor renovación del Ejecutivo. Que el relevo se quede en la titular de Educación provocó críticas que cuestionan el movimiento por entenderlo tardío, continuista la nueva incorporación y limitados los cambios.

«La situación en el ámbito educativo era insostenible», sostuvo Gloria García, en nombre del PP, partido que hace un año pidió reprobar a Suárez, sin éxito. «Aunque tarde, su propio gobierno la ha reprobado», considera. Que la cartera recaiga en Lydia Espina supone una apuesta por el «continuismo», indicó la diputada. «Es una 'promoción interna', sólo hace falta mirar quien firma las instrucciones de inicio del próximo curso», agregó. Con todo los populares ofrecen su « colaboración en todas aquellas decisiones que redunden en el bien de la educación asturiana». Eso sí, matizando que la Educación «es uno de los ejemplos más sangrantes de la mala gestión del Gobierno de Barbón, pero no el único».

«Es decepcionante que a mitad de la legislatura y después de la covid, estos sean los cambios propuestos por Barbón, que podía haber hecho una remodelación más profunda», coincide Luis Fanjul, desde Ciudadanos. «Hay otras consejerías que deberían también revisarse como es la consejería de Cultura, o de Industria, que han tenido una escasa actividad durante la pandemia», apunta el diputado.

El relevo «no es suficiente, hay más áreas de gobierno que exigen cambios profundos.», abunda Daniel Ripa, de Podemos. El secretario general ve «evidente» que Suárez «no deja una Educación mejor de la que recibió» pero pregunta si además de nueva consejera «va a haber un cambio de políticas. En septiembre habrá 600 profesores y profesoras de refuerzo menos, al no renovar los contratos covid-19. ¿Va la nueva consejera a mantener la plantilla y poder avanzar en la reducción de los ratios?», manifestó.

En esa línea desde IU confían en que «la nueva dirección de la consejería sirva para dar respuesta a temas pendientes, algunos provocados por la pandemia, pero, también, otros que son estructurales, o al menos persistentes como el transporte», indicó Ángela Vallina. La diputada reclama a la nueva consejera «diálogo y acuerdo con toda la comunidad educativa».

Por su parte el secretario general de Foro Asturias, Adrián Pumares, consideró el relevo «una buena noticia para profesorado, alumnado y familias, pero que llega muy tarde». El dirigente forista no ocultó su sorpresa por las formas del anuncio: «No sabemos hasta qué punto vamos a llegar en la degradación de las instituciones del Principado cuando un cambio de gobierno se anuncia en las redes sociales, a través del perfil personal del presidente».

Vox observa «una renovación de gobierno muy timorata, propia de a quien no le gusta tomar decisiones y esperar que las cosas pasen». El portavoz de la formación, Ignacio Blanco, indica que hace dos meses y medio también propuso la reprobación de la consejera, recibiendo el voto en contra de los socialistas, IU y Podemos. «No sabemos qué ha cambiando en estos meses, pero debería habérsela cesado antes, porque ahora queda solo el mes de agosto para planificar el nuevo curso escolar», anotó. Vox reclama extender los cambios a los consejeros de Cultura, Industria, Desarrollo Rural y Hacienda.

A favor de Lydia Espina rompió una lanza Alejandro Vega, alcalde de Villaviciosa. «Es la primera vez que tal responsabilidad recae en una integrante de esta agrupación socialista», indicó. «Es también un reconocimiento a la labor que el PSOE ha hecho aquí en la oposición y en el gobierno», abundó. Sobre exedil destaca su «capacidad de trabajo inmensa; es consciente de su responsabilidad. Se implica en las soluciones».