Los camiones de gran tonelaje sufren el trastorno de circular por vías maltrechas que retrasan sus portes y suponen un incremento de los costes en combustible. FOTOS: J. M. PARDO

El argayo de la N-634 «machaca» al Suroccidente, asfixiado por carretera

La AS-15 eterniza a coches y camiones, que urgen una alternativa para enlazar la comarca sin sortear vías estrechas y serpenteantes

BELÉN G. HIDALGO

TINEO/SALAS.

Domingo, 25 de abril 2021, 01:41

El argayo sobre la N-634, entre las rotondas de Casazorrina y Cornellana, en Salas, ha evidenciado que el Suroccidente se asfixia en su propia red de carreteras. El Corredor del Narcea, la AS-15, no es capaz de absorber el tráfico ... de una carretera que articula toda la comarca. Al menos, no sin la N-634, que, a su vez, aguarda por la autovía, la A-63, para agilizar el tráfico con el centro de la región. «Nos está machacando», aseguran las empresas de Salas y Tineo, que urgen una alternativa que alivie la situación.

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En el polígono de La Curiscada, en Tineo, todo se ha ralentizado. En la estación de servicio, Diego Cuervo y Rubén Peláez, dan fe de ello. «Aquí entre las 7 y las 8.30 horas no parabas, ahora apenas hay gente», afirma el primero. Sus clientes llegaban por La Espina, ahora se desvían hacía Cangas del Narcea. «Es un trastorno para todos. Para repartir el gasoil, o tiro a Soto de los Infantes, o por la costa. Son 20 minutos más», señala Peláez. Ambos lamentan que este percance sume un nuevo retraso a la autovía. «Daría mucha vida al polígono. Llevamos veinte años esperando. Es lo que traen las prisas», ironizan.

Dos camiones de gran tonelaje están a punto de entrar en el polígono. Atrás dejan el ascenso desde La Florida para enlazar con la AS-216. Un periplo pendiente, de poco más de diez kilómetros, con curvas imposibles y sin arcenes que se suman al periplo de atravesar la zona del embalse de Calabazos. «No es una carretera preparada. Se queda pequeña para estos trastos. Habrá que sufrirlo. No hay otra alternativa», afirma, con resignación, el transportista, Carlos García, que teme que añadir tráfico pesado a esta vía se pueda traducir en más accidentes. «No sabes qué te vas a encontrar al tomar una curva. Te encuentras con tractores, con ganado, con ciclistas...», señala. Y con la impaciencia de los turismos, que adelantan camiones de entre 25 y 30 metros de longitud.

Perder portes, tiempo y dinero

Pero este periplo suma hartazgo y resta beneficios. Supone añadir una hora más al trayecto de da y vuelta. O lo que es lo mismo, perder un porte cada semana. Y si se traduce en litros de combustible, 600 litros más al mes. «Todo son retrasos. Y los retrasos son encarecimientos», añade Enrique Saiz, responsable forestal de Pellets Asturias, que tilda de «vital» la logística cuando se movilizan 4.800 camiones al año.

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En Casazorrina la estampa se repite. En la factoría de Cafés El Globo se agolpan las incidencias con el mismo denominador común. El rodeo añade tiempo y combustible, lastra la formación de los trabajadores y pospone entregas de proveedores que buscan optimizar las rutas. «Nos supone un trastorno. Tendremos que ajustar los horarios de la plantilla», afirma el gerente, José Ramón Iglesias. Supone, en definitiva, adaptarse mientras llega esa alternativa. «Llevamos años padeciendo esta carretera. Esto supondrá un nuevo retraso para la autovía que esperábamos para dentro de un año y unos meses», lamenta Iglesias.

Tras la barra de la cafetería de la estación de servicio de Casazorrina, Isabel Fernández, no oculta su frustración. «A perro flaco todo son pulgas. Es siempre lo mismo porque no se hacen las cosas bien», presiente, convencida de que se podría haber evitado. Lo cierto es que le afecta. «Los comerciales ni se acercan desde ese día. Nos bajó la clientela un 30 por ciento. Tenía gente desde primera hora de la mañana para cafés, pinchos y repostaje. Ahora con el rodeo esa gente no viene», relata.

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Mientras, el tráfico se ha duplicado en Soto de los Infantes, donde se toma el desvío a Salas desde la AS-15 a través de poco más de ocho kilómetros de la serpenteante AS-370. «Hay momentos en que es exagerado, el doble. Ves pasar colas de coches. Se nota muchísimo», enfatiza el vecino de Soto de los Infantes Jesús Menéndez, que teme aún más a los camiones que asegura desoyen las indicaciones y usan la AS-370 para llegar a Salas. «Es un peligro y acabará con la carretera».

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