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Superar el argayo de Casazorrina (Salas), registrado hace ahora tres años, exige un esfuerzo mayúsculo. Para preservar el futuro tramo de 300 metros de la autovía del suroccidente (A-63) que se pretende materializar en la falda del monte Villamar, están siendo necesarios ... 34 millones. Hay un promedio de 50 operarios ejecutando un talud de 160 metros de altura con el que se pretende contener la montaña. Esperan retirar rocas, tierra y árboles que se vinieron abajo con un volumen de 250.000 metros cúbicos. Suponen unos 10.500 viajes de camiones con capacidad para mover 18 toneladas.
EL COMERCIO acompañó a los responsables de la obra durante una mañana para revelar los detalles de una de las actuaciones que el ministerio reconoce como «más complejas» en materia viaria. Nadie quiso avanzar plazos, pero se da por seguro que los trabajos continuarán a lo largo del próximo año. Cabe recordar que el tramo Cornellana-Salas fue adjudicado en 2007, si bien se paró cerca de ocho años porque al ministerio le urgía reducir inversión. La factura final está cifrada en los 138 millones para una doble calzada de seis kilómetros.
«Las explicaciones técnicas de la obra las puedo entender, y las respeto. No me meto en el ámbito técnico», valora el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, de Foro Asturias. «Ni puedo ni quiero dudar de los técnicos y de que lo que están avanzando es seguro», añade. Eso sí, recuerda que «a los paisanos de la zona había que escucharlos cuando se hizo el proyecto original, en Zorrina los mayores hablaban de esa zona como un sitio con mucha arcilla y donde se podía caer todo».
El regidor salense sí eleva el tono frente al ministerio: «Llevamos un retraso de tres pares de narices y aquí falta compromiso político. Nadie está hablando de la segunda calzada hasta La Espina; ¿se va a hacer o no? Decían que en los últimos presupuestos se habilitó una partida, pero no la han utilizado», manifiesta.
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Hidalgo apunta al desdoblamiento de El Regueirón-La Espina, del que hay un proyecto que debe actualizarse en precios y adaptarse a nueva normativa. El 26 de octubre de 2022 el entonces consejero de Cohesión Territorial (y hoy de Fomento), Alejandro Calvo, dijo en sede parlamentaria que «está en el Presupuesto General del Estado la adaptación del proyecto El Regueirón-La Espina». El ministerio, en una respuesta por escrito a Vox de enero de 2023 fue menos concreto, limitándose a apuntar que el segmento «será el próximo tramo objeto de estudio».
«No veo justificación para que algo así siga sin contratarse. Que no anden enredando; si había presupuesto para actualizar el proyecto, que se haga», apremia el alcalde de Salas.
Coincide en el diagnóstico la alcaldesa de Tineo, la popular Montserrat Álvarez: «Cuando llegué al cargo el consejero también nos vendió que había presupuesto e iba a salir adelante la actualización del proyecto y la obra. Llevo un año y no he visto nada».
La primera edil tinetense señala sobre las obras de Casazorrina que entiende «que los técnicos se tengan que asegurar y tomar medidas, pero el avance es lento y nos habían dicho que acabarían este año».
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