«Ahora tienen que compensarnos con más trenes», exige el presidente Barbón

«Suena muy ridículo y soy de los que dice que tienen que rodar cabezas», insistió en pedir. Ante este «caso inaceptable» y tras haber hecho fuerza también con el Gobierno de Miguel Ángel Revilla, tanto Barbón como el consejero del ramo, Alejandro Calvo, recalcaron que su nivel de exigencia «va a ser máximo para que los ciudadanos tengan un servicio de cercanías nuevo, renovado, con proyección de futuro. Es lo que nos merecemos después de décadas de abandono». Detalló Barbón que «los trenes no estaban fabricados» y que su solicitud pasa «por que se fabriquen en el menor plazo posible».

Tal y como anticipaba ayer EL COMERCIO, la estrategia del Principado pasa por alzar la voz para reclamar ceses, apremiar la fabricación pero, también, solicitar una suerte de indemnización a la comunidad por este retraso. En palabras del presidente, el Principado quiere que «se nos compense con más trenes».

El contrato cerrado era para asignar 31 trenes. Los planes de cercanías en vigor comprometían diez unidades para el núcleo de Asturias, mientras que a Cantabria se le renovaría toda la flota de ancho métrico, con 22 unidades. El consejero señaló que la horquilla que requeriría «está entre quince y veinte» trenes.

En este punto se va a insistir para «resarcirnos» de un retraso que, han aclarado, nada tiene que ver con el de la variante de Pajares, debido este a «las pruebas de seguridad y la llegada de materiales por falta de suministro». La idea era que los prototipos estuvieran este verano y la licitación y los materiales, en un plazo de dos.

«Pero ante este problema de credibilidad, necesitamos disponer de garantía, seguridad y que se nos resarza» para abordar las necesidades de todas nuestras líneas: aquellas que ahora mismo tienen líneas eléctricas, y otras como las del corredor del Aller, de diésel y que se pueden desarrollar con material rodante mixto. Un material rodante mixto que ha ido acumulando retrasos.

El Principado movió ayer ficha convocando una reunión de la Alianza de las Infraestructuras, el foro que lo reúne con el resto de partidos y representantes de la patronal, los sindicatos y los colectivos de usuarios y consumidores. La cita se había anunciando inicialmente para diciembre, pero fue demorándose. Hace unos días CC OO reclamó una reunión urgente, el domingo lo hizo el colectivo Asturias al Tren y ayer por la mañana la había reclamado por conducto oficial el PP.

«Barbón, sorprendentemente, está en lo cierto: lo primero es cesar a los responsables de esta chapuza, primero por no cumplir con el Plan de Cercanías y segundo por proyectar trenes que no caben en los túneles asturianos», indicó Álvaro Queipo, desde el PP. El partido reclama «la dimisión de la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, si es que el PSOE quiere demostrar que respeta a Asturias».

Sergio García, de Cs, consideró «difícil» saber cuántos trenes necesita Asturias porque «carecemos de una estrategia de movilidad sostenible, que lleva pendiente desde 2018». «Sí parece razonable esperar que haya algún tipo de compensación por este nuevo y bochornoso capítulo», indicó Rafa Palacios, de Podemos. «No se trata de pedir más, sino de pedir lo necesario para lograr un servicio de calidad. Las cercanías han sido las olvidadas y hay una deuda pendiente», añadió Ovidio Zapico, de IU.

Carolina López, candidata autonómica de Vox, vio «llamativo que a Barbón y a su Gobierno se les llene la boca pidiendo ceses y responsabilidades en el caso del ancho de los trenes cuando en su ámbito de competencia, la conexión al Corredor del Atlántico, dan la callada por respuesta».

«La chapuza es una nueva llamada de atención para asumir las competencias ferroviarias», dijo Adrián Pumares, de Foro. Pedro Leal, de Suma Principado, entiende que «ahora Asturias, con Barbón, está recogiendo lo que ha sembrado el PSOE durante estos 20 últimos años.