Revilla pide que se derive ya a Cantabria trenes menos viejos

El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, recriminó ayer el error inicial del contrato pero también el tiempo transcurrido sin solventarlo. «Esos trenes que se adjudicaron hace dos años, porque han estado callados, sin decir nada, tendrían que estar ya aquí», indicó en la Cadena Ser. «Es una chapuza que pase esto en un país con las mejores empresas en infraestructuras», abundó. Revilla asumió que la entrega del nuevo material rodante se retrasará y reclamó una medida paliativa: «Pediremos trenes, que no serán los definitivos, pero que hagan más cómodo el uso de los trenes para los usuarios». Se trata de una medida que obligaría a Renfe a derivar a Cantabria unidades que ahora circulan en otras comunidades.

Por su parte la presidenta del PP cántabro, María José Sáenz de Buruaga, tiró de ironía. Ante los medios exhibió una cinta métrica como la que, dijo, había regalado al propio Revilla para que mida los trenes de cercanías y «tome la medida a sus socios de Gobierno».

Lo hizo al final de una intervención en el pleno autonómico en la que abundaba sobre «el declive» de la comunidad vecina. Revilla le replicó que él «mide perfectamente» trabajando todos los días por Cantabria «desde las ocho de la mañana».