Adif bate su récord de inversión en las cercanías y aún así deja el 64% del presupuesto sin gastar

El último recuento cifra en 1.223 millones la inversión que el plan estima necesaria para adecuar la infraestructura, tarea que le corresponde a Adif. Tras seis años completos el desembolso efectivo acumulado es de 147,5 millones. Es decir, se ha completado el 12% de toda la factura y aún queda por delante el 88%.

En una reciente respuesta parlamentaria al PP, el Gobierno central desveló la inversión materializada por Adif y Adif Alta Velocidad en 2023. Por primera vez el desembolso en la red convencional supera al destinado a la variante de Pajares. En total se liquidaron unidades de obra por importe de 54,8 millones en ancho métrico e ibérico, frente a los 46,6 puestos para rematar la variante de alta velocidad.

Es un vuelco histórico con varias lecturas. De un lado las necesidades, proyectos y promesas para mejorar la red de cercanía sigue en ascenso, mientras que a Adif Alta Velocidad no tiene más tarea en Asturias que la variante. No se le ha encomendado trabajo alguno para adecuar el tramo Lena-Gijón a los parámetros de alta velocidad. Adif, la división de la red convencional, es la que tiene en cartera una renovación del subtramo Lena-Oviedo que se queda lejos de la mejora que daría al segmento las condiciones de alta velocidad. Los planes de mejora entre Oviedo y Gijón acumulan 18 años de estudio sin que hayan salido aún de los departamentos del ministerio encargados de fijar una primera planificación antes de encomendar la ejecución de obras a Adif.

Resuelta la variante y a la espera de aclarar qué ocurre con el vial de Jove, las cercanías emergen como prioridad de primer nivel. Los 54,8 millones ejecutados el pasado año por Adif en Asturias suponen un 51,8% más respecto a lo realizado en 2022 y todo un récord: el mayor desembolso efectuado en un solo año para mejorar la infraestructura. Sin embargo esa realidad dista de lo prometido. La Ley de Presupuestos Generales del Estado salida de las Cortes consignaba 154 millones para mejorar la red asturiana. Es decir, el 64% de los fondos quedaron sin aprovechar.

La falta de sincronía entre lo que se presupuesta y lo que realmente se ejecuta es una constante en la materia. Desde 2018 son 439,7 los millones anunciados en los presupuestos estatales para la red convencional asturiana (con el matiz de que las cuentas de 2019 y 2020 estaban prorrogadas) y de ellos, queda dicho, sólo llegaron 147,58 millones, quedando sin gastar los otros 292,12. Es una proporción baja, pero habitual en el resto de territorios, lo que apunta a que a la hora de elaborar los presupuestos se elevan las cifras por el interés político de anunciar esa inversión, aunque las posibilidades de estar a la altura del anuncio sean escasas.

Los datos dan así para ver el vaso medio lleno (el ritmo de inversión real progresa) o medio vacío (se sigue quedando lejos de lo prometido y necesario). Lo cierto es que al ritmo logrado el pasado año, que es de récord, harían falta 19 ejercicios más para liquidar todas las mejoras de infraestructura del Plan de Cercanías.

La versión optimista dirá que se hace obra y que queda más por venir. Que en estos momentos Adif acaba de sacar a licitación la mejora de bloqueos entre Oviedo e Infiesto (por 29,4 millones) y Gijón-El Berrón (18 millones), por poner un ejemplo.

La versión más crítica recordará que en otra respuesta a los diputados asturianos del PP el Gobierno reconoce que contrató por 20,88 millones la renovación del tramo Colloto-Infiesto, trabajo que comenzó en noviembre de 2022 con un plazo de 23 meses; debería estar a punto de terminar y sin embargo solo se han hecho un 2% de los trabajos, los de topografía y geotecnia. El asunto está parado a la espera de un modificado que lo desbloquee.

Una vez contratadas las obras vienen tropezando con problemas logísticos y de proyecto para cumplir los plazos iniciales.

El 21 de mayo Renfe estrenará su esperado AVE S-106, el tren que Talgo fabricó bajo el nombre de modelo Avril. Estas unidades están preparadas para desarrollar hasta 330 kilómetros por hora en vías de ancho ibérico como en internacional. Supera así al S-130 que presta el servicio Alvia y está homologado para llegar a 220 en ancho ibérico y 250 en internacional. Esta evolución técnica hará aún más perceptible para el viajero hasta qué punto existen dos mundos en la misma línea: al sur de Lena la infraestructura está diseñada con parámetros de alta velocidad (salvo el segmento León-La Robla) y al norte se mantiene como red convencional, sin planes a la vista para cambiar de categoría.

El AVE irá más rápido que el Alvia en el tendido que es de ancho internacional (Madrid- León) pero mantendrá la misma velocidad en el resto, toda vez que la variante de Pajares está limitada a 200 por hora en vía de ancho internacional y 180 en ibérico.

Viajar hoy desde Madrid a Asturias supone mantener la sensación de alta velocidad hasta Lena; en ese punto es como pasar de una autovía a una comarcal. El AVE trae mejoras, pero no puede cambiar esa situación.

Lo evidencia la cartelera horaria a partir del 21 de mayo. Las frecuencias cubiertas con el AVE S-106 con parada en Gijón y Lena tardan 64 minutos en cubrir esa parte del viaje. Las que seguirán con el servicio Alvia, el mismo tiempo. Son 62,7 kilómetros en los que ambos trenes mantendrán una velocidad media de 58,7 kilómetros. La parada intermedia en Oviedo influye en ese bajo aprovechamiento, pero más afecta que la geometría del trazado obligue en buena parte del mismo a ir por debajo de 60.

Otro detalle. Para adelantar la llegada del tren madrugador a Madrid se eliminaron las paradas en Lena y Mieres previstas inicialmente. El AVE de media mañana que sí hace alto en las dos estaciones sólo tarda cinco minutos más en alcanzar León. Queda por ver si ese recorte de cinco minutos para quien viaja a primera hora desde Oviedo y Gijón compensa negar ese servicio a los empresarios de las cuencas y su área de influencia.