Secciones
Servicios
Destacamos
Ni José María Valle ni José Luis Naya pudieron contener la emoción. «Verla hoy aquí, con su niña, es un regalo de la vida». Ambos cirujanos, curtidos en mil batallas quirúrgicas, se vieron superados por el reencuentro a las puertas del HUCA con Adelaida ... Valdés, la gijonesa a la que hace dos décadas, cuando tenía apenas 20 años, le trasplantaron el corazón, «pero no una vez, sino dos». Porque la operación de Adelaida fue una de esas batallas contrarreloj «en la que, sinceramente, perdí años vida», admite Naya, «pero que hoy recuperé al verla con tanta vida. Es una sensación tan maravillosa que es difícil de explicar», confiesa mientras tiene en brazos y hace carantoñas a la pequeña Carla, de 11 meses.
«El de Adelaida es un caso que se sale de lo normal. Es raro que una persona joven, sobre todo mujer, tenga una miocardiopatía grave que la aboque al trasplante», explica el doctor Valle. Pero fue su caso. «Tenía una miocardiopatía hipertrófica (el músculo cardíaco se engrosa) que me descubrieron de casualidad por una infección de sangre», relata. «De pequeña me cansaba mucho, y en la playa, siempre estaba con frío y las manos y los labios medio morados». Pero no fue hasta los veinte años que «vieron que tenía un problema grave de corazón». Esta gijonesa, de 41 años y que trabaja como auxiliar de enfermería, recuerda «como si fuera hoy cuando me dijeron que me tenían que poner otro corazón. Me pidieron que lo pensara pero no le di muchas vueltas, dije que sí enseguida».
El 24 de mayo de 2003 «entré en quirófano y no me enteré que había recibido dos corazones hasta que desperté en la UCI». Sin embargo, sus dos cirujanos, Valle y Naya tienen esas horas grabadas en su memoria. «El primer corazón que le pusimos lo rechazó. No es lo habitual, pero a veces ocurre. Así que tuvimos que buscar urgente otro para un retrasplante. El tiempo corría en contra y creíamos que su cuerpo no iba a resistir». Adelaida entró en lo que la ONT (Organización Nacional de Trasplante) llama 'urgencia cero'. Su grave situación la ponía en nivel prioritario ante cualquier corazón que apareciera en España. Tras horas de angustia, surgió un donante compatible en Vitoria y hacia allí voló José María Valle. «Fue un vuelo tortuoso, pensé que no lo contábamos. El avión, uno de esos pequeños, se movía de un lado a otro. Cuando íbamos a aterrizar el aparato oscilaba de una forma tremenda. De repente, escuché un gran estruendo y sentí un golpetazo. 'Aterrizaje duro, aterrizaje seguro', dijo el piloto». Y así fue como Adelaida tuvo una segunda oportunidad con otro corazón, el tercero en su vida.
Rebeldía con recompensa
Tal vez porque de joven aprendió a sobrevivir a la adversidad fue que Adelaida no se quedó de brazos cruzados cuando le dijeron que «nunca iba a poder ser madre habiendo recibido un trasplante de corazón». Los médicos se lo desaconsejaban, entre ellos, la propia Beatriz Díaz Molina, jefa de Insuficiencia Cardíaca del HUCA, que hoy celebra entre risas y ya aliviada, la 'rebeldía' de su paciente. «Es un riesgo muy alto y hay poca estadística con estos casos que son un sobre esfuerzo para el corazón». Adelaida desoyó a los especialistas: «Tiré para adelante y todo salió bien», festeja ante quienes la operaron hace veinte años: «Ver hoy a quienes me operaron es un regalo», agradece Adelaida ante el encuentro propiciado por EL COMERCIO. «Me gustaría insistir también en lo importante y lo bueno que es donar. Nunca pensé que podía llegar a ser madre, pero aquí está Carla».
Quien dio y recibió vida también fue Jorge Montes Huerta, asturiano de Coya, en Piloña, de 90 años y que en 1994 autorizó la donación de los órganos de su hijo, Jorge Luis, fallecido de un sorpresivo derrame cerebral cuando tenía 37 años. Nada hacía sospechar en aquel entonces a Jorge que tres años después se vería en la otra cara de las donaciones, al precisar un trasplante de corazón. Este asturiano, promotor incansable de la donación, es el único trasplantado de España que le ha tocado jugar la figura de donante y receptor. Junto a Jorge y Adelaida otro decano de los trasplantes, Horacio Villaverde, que el 12 de junio celebrará los 25 años de su 'nuevo' corazón que recibió en el HUCA con solo 47 años.
770.000 personas sufren en España insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca «es una enfermedad prevalente y su frecuencia aumenta con el envejecimiento». Según datos facilitados por el jefe de Cirugía Cardíaca del HUCA, Jacobo Silva, se estima que en España un 1,89% de la población mayor de 18 años la sufre (unos 770.000 afectados). El tratamiento médico ha mejorado mucho el pronóstico de estos pacientes en los últimos años, mejorando también su calidad de vida, y evitando, en muchos casos, o retrasando, en otros, la necesidad de un trasplante de corazón. Silva destaca también la importancia de la donación, en la que Asturias se mantiene en puestos por encima de la media. La comunidad cerró 2022 como la sexta con más donantes de órganos por millón de habitantes. El HUCA sigue siendo el centro hospitalario donde se registró el máximo de donaciones en muerte encefálica.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.