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Ha ganado las elecciones con más votos que hace cuatro años, pero con un escaño menos, aunque la mayoría que aún mantendrán las fuerzas de izquierda en el Parlamento asturiano le permitirá ser investido presidente del Principado para cuatro años más. En su primera ... entrevista como ganador de las pasadas elecciones, Adrián Barbón (Pola de Laviana, 1979) analiza para EL COMERCIO el escenario que se plantea tras el 28M, las negociaciones que llevarán a cabo para lograr un gobierno fuerte y estable y la influencia que tendrán las elecciones generales del 23 de julio en la negociación de esos acuerdos.
-¿Ya se ve como presidente tras confirmar IU el apoyo a su investidura?
-Lo primero de todo es que vamos a hablar con IU siguiendo el marco temporal que nos marcamos: Primero los ayuntamientos y luego todo lo que tiene que ver tanto con la gobernanza de la propia Junta General como la de la comunidad autónoma. Me parece muy importante que digan que lo que tienen claro es que no van a permitir un gobierno de la derecha y frenar esa amenaza de involución.
-Confirman su apoyo a la investidura, pero no a facilitar al PSOE las alcaldías.
-No voy a ocultar que esa parte nos preocupa, porque históricamente ha habido un acuerdo entre PSOE e IU que consistía en que donde la suma de los dos daba mayoría absoluta, se daba la Alcaldía a la fuerza más votada. Si eso supone modificar una posición histórica, tengo que lamentarlo.
-¿Y de qué forma puede condicionar esto a la negociación en clave autonómica?
-Lógicamente, todos los elementos tienen influencia en todo lo que tiene que ver con una negociación. Claro que tendrían condicionantes, no lo vamos a ocultar, pero tengo la esperanza de que el 17 de junio las cosas salgan razonablemente bien, como tienen que salir.
-Hago un paréntesis. ¿En el caso de Gijón tienen esperanzas de mantener la Alcaldía?
-Bueno, Foro, que es la fuerza de la derecha que más votos ha obtenido, necesita inequívocamente el voto a favor de Vox. Yo no sé si ese voto lo van a tener o no. Yo creo que a Vox le puede más echar al PSOE de la Alcaldía que cualquier otra cosa, con lo cual es muy probable que acabe pasando eso. Lo que queda claro es que Floro, y no Foro, ganó las elecciones.
-Seguimos con las negociaciones autonómicas. ¿Dónde puede haber discrepancias con IU?
-Pues no sé, porque todavía no hemos hablado de ello. Nosotros nos hemos entendido bien esta legislatura. Ha habido momentos en los que hemos tenido posiciones diferentes, por ejemplo en la guerra de la burocracia, pero eso no quita para afirmar que si ha habido dos socios preferentes a lo largo de esta legislatura hemos sido la FSA e IU.
-¿Entiende que pueda haber recelos en su partido a que IU entre en el Gobierno?
-No, porque nuestras negociaciones siempre pasan por dar estabilidad política, aportar seriedad y en nuestro caso, además, el plus de la experiencia. Así que no entiendo que hubiera esos recelos.
-IU reprobó en la pasada legislatura al consejero de Industria, rechazó la ley de calidad ambiental, se opone a los mecanismos de control del salario social...
-Recuerde que no teníamos un acuerdo de gobierno de la legislatura, teníamos exclusivamente un acuerdo de investidura.
-¿Y esa fórmula puede ser trasladada a esta legislatura?
-La verdad es que como no hemos comenzado a hablar, sería muy aventurado por mi parte hacer una valoración. Pero claro que pudiera ser esa u otra. Lo que sí quiero trasladar a los votantes y a los dirigentes de IU es que hay una visión estratégica y una visión compartida. Yo creo en los posicionamientos y hacia dónde tiene que caminar Asturias.
-IU ya ha dejado claro algunas exigencias. Por un lado, la derogación de la ley de calidad ambiental.
-En eso sí que quiero decir una cosa clara: hablamos de cara al futuro, pero no de revertir lo que ha sido la gestión de estos cuatro años. Fueron cuatro años en los que hemos hecho avances que, salvo que haya una mayoría alternativa en el Parlamento, no entiendo por qué se va a derogar. Además, una ley que es nueva dejemos que se aplique y veamos el efecto que tiene. Porque si va a reducir la burocracia, tiene un impacto positivo en la vida de las personas, genera más actividad económica y facilita el funcionamiento municipal, no veo el problema.
-También pide IU tener capacidad de decidir en la política económica.
-Alguien que participa en un gobierno de coalición por supuesto que siempre influye en la política económica. O alguien que participa en una mayoría parlamentaria siempre influye en la política económica. Es decir, la influencia es de acuerdo a lo que uno quiera influir en ese momento. Y después de cuatro años de gobierno, si algo puedo decir con humildad es que la gente sabe que somos un gobierno, un partido y en este caso un presidente de diálogo y reconocemos cuándo nos equivocamos y cuándo hay que aprender de los errores.
-¿Usted aceptaría pacto a cambio de nombres?
-¿Qué quiere decir con 'pacto a cambio de nombres'?
-Que le pidan que haya personas que no participen en el gobierno. Vetar nombres, vamos.
-Ah, no, no, en modo alguno. En modo alguno aceptaría ningún veto.
-¿Por ningún lado?
-No, no, no. El Gobierno de Asturias, si es un gobierno en el que solo hay integrantes del PSOE lo voy a nombrar yo, es mi competencia exclusiva. Si es un gobierno de coalición, pues lógicamente la otra parte que forme parte del mismo tiene derecho a proponer sus nombres. Pero ¿cómo voy a admitir que se vete a un consejero o consejera de la parte socialista? Eso no. No entiendo un gobierno a base de vetos.
-¿Cómo van a afectar las elecciones del 23 de julio a las negociaciones para formar Gobierno que se lleven a cabo en Asturias?
-Espero que afecten lo menos posible, porque la negociación va a ser discreta, trabajada sobre documentos, sobre políticas y sobre análisis estratégico de Asturias. Y si hay mimbres para el acuerdo, pues lo diremos. Y si hay mimbres para una investidura, lo haremos público y lo explicaremos.
-¿Habrá Gobierno en Asturias antes de las elecciones generales?
-Depende de las negociaciones. Hay que recordar que yo tomé posesión el 20 de julio de 2019 y el 25 de julio lo hicieron los consejeros. O sea, que tampoco es ningún drama que se pueda retrasar unos días el acuerdo. Estamos dentro de los márgenes.
-Podemos también tendrá un papel fundamental en la negociación.
-Yo espero que sean constructivos, desde luego.
-Pero su retroceso electoral y su crítica situación interna no parece que tengan los mimbres mínimos para negociar. ¿Cómo está viendo esta situación?
-Con mucha preocupación. Lo digo desde un profundo respeto a los votantes de Podemos, a los que han sido y a los que todavía son. La izquierda a la izquierda del PSOE tiene que reorganizarse, porque de lo contrario lo que se produce es desafección, abstencionismo o huidas a otras opciones que no tienen nada que ver con el progresismo. No soy nadie para meterme en casa de nadie, pero mi opinión es que deberían de hacerlo desde la unidad, la generosidad, el entendimiento y, sobre todo, desde la visión colectiva, no desde el protagonismo personal.
-También Foro puede ser clave en esa estabilidad.
-Lo primero de todo es que Foro tiene que definir qué quiere ser en el futuro. Ha pasado en estas elecciones la prueba más importante de su vida y ha sobrevivido. Porque esta es una ola que en toda España ha supuesto la concentración del voto de la derecha y del centroderecha en el PP. Ahora Foro tiene que decidir qué quiere ser, si quiere influir en la política asturiana, si quiere construir una alternativa a lo que representamos el partido de Asturias, que es la FSA.
-¿Usted no le cierra la puerta?
-No, yo no cierro la puerta a dialogar con nadie en el Parlamento. En la legislatura van a tener que aprobarse leyes. Por ejemplo, la de reto demográfico, que me encantaría que saliera con el voto, ya no le voy a decir unánime, pero sí de la mayoría del Parlamento.
-¿Y gobernaría con este partido?
-Bueno, permítame que en eso sea prudente, porque en lo que estoy ahora es construyendo y abriendo un diálogo con la fuerza preferente en el ámbito de la izquierda, que es IU-Convocatoria por Asturias.
-Ganó las elecciones con 8.500 votos más que hace cuatro años, pero ha perdido un diputado. ¿Por qué?
-Pues sencillamente porque el cuarto diputado del Occidente lo sacamos hace cuatro años por muy pocos votos. Es muy difícil en una circunscripción de seis diputados sacar cuatro y dos. Y lo que sí ha habido, y eso es verdad, es una reorganización de los espacios electorales. A nuestra izquierda, IU-Convocatoria por Asturias asume el protagonismo que en su día tuvo Podemos y por el lado de la derecha ha habido una concentración en el PP del antiguo voto de Ciudadanos y de una parte importante del voto de Foro. Y ese fenómeno ha pasado aquí y en toda España. Pero también hay que decir que tenemos 25.000 votos más en las elecciones autonómicas que en las municipales y en las autonómicas hemos aumentado 8.500 votos.
-¿No cree que también se pudo haber subestimado el malestar del occidente y que ha motivado la pérdida de un diputado?
-Hay que hacer una reflexión crítica de nuestro papel en las alas de Asturias. Porque, mire, nosotros somos los únicos que quedamos defendiendo abiertamente que sean circunscripciones políticas. Y, sin embargo, a pesar de apostar políticamente por ellas, este malestar no hemos sabido canalizarlo. Lo han canalizado una legión de descontentos, que se han concentrado algo en SOS Occidente y en Foro, en el caso del occidente sobre todo, y en Vox, en el Oriente. Tenemos que hacer una reflexión. ¿Para qué? Para reconectarnos con la sociedad, para que sepan que si hay un aliado del Oriente y del Occidente de Asturias ese somos nosotros.
-Es curioso también el caso del occidente. Es decir, a usted no le han castigado, sí a sus alcaldes.
-Bueno, son de esas cuestiones que hay que analizar. No todos los alcaldes han sido castigados. Tenemos resultados magníficos. Por ejemplo Valdés, donde hemos pasado de 8 a 12 concejales; Cudillero, donde tenemos 7 de 11... Hay casos en los que se han consolidado mayorías, como en Los Oscos, con la recuperación de Marcos Niño en Santa Eulalia; en Pravia se ha consolidado la mayoría absoluta de un buen alcalde como David Álvarez... Es decir, yo creo que hay pluralidad de posiciones que hay que chequear.
-¿Lo han hecho ya?
-La convocatoria de generales cortocircuita una reflexión serena, como a mí me gustaría que el partido haga. Pero la tenemos que hacer. Uno de los primeros encargos que yo le voy a hacer a la ejecutiva autonómica es analizar, tanto en Oriente como en Occidente, dónde tenemos los puntos negros, dónde tenemos que actuar con más contundencia, dónde tenemos que trabajar con más humildad y acercarnos más a la gente.
-¿Qué PP espera esta legislatura?
-Pues eso lo tendrán que aclarar ellos porque a día de hoy, si ya teníamos todos dudas de si el candidato del PP se iba a quedar o no se iba a quedar, después de leer la entrevista que EL COMERCIO publicó el pasado miércoles tengo más dudas aún. Lo primero que voy a hacer, y es una cosa que puede sorprender viniendo de un socialista, es defender a la militancia del PP. Yo no les voy a faltar el respeto, porque militar en un partido cuesta mucho, exige muchas horas de sacrificio y compromiso. Y a mí me parece lamentable que vayan a hacer seis años que los militantes del PP no pueden elegir con su voto en Asturias a sus dirigentes. Es que yo tengo un profundo respeto por quien milita en el PP, tengo grandes amigos en el PP y tengo gente a la que aprecio. Por tanto, hombre, yo creo que el PP del futuro tiene que pasar inequívocamente por la democracia interna, por darle la voz a la militancia del PP.
-Diego Canga ya dijo en varias ocasiones que se quedaba en Asturias, pero aún así usted sigue manteniendo sus dudas.
-Es que la respuesta que dio en la entrevista que ustedes publicaron es clarísima. No lo pudo clarificar mejor: 'Ya se verá', dijo, textualmente.
-El candidato del PP le tiende la mano en tres áreas: reto demográfico, empleo y atención a los mayores. ¿Cómo valora esta propuesta?
-Nos parece bien y razonable. Es más, veo hasta una cierta rectificación a lo que ha sido la actitud del PP haciendo oposición estos cuatro años. Me parece bien.
-En esta legislatura, si no cambian las cosas, habrá ayuntamientos en los que Vox probablemente vaya a formar parte de los gobiernos.
-Así parece. Es otra cuestión que debería de clarificar el candidato del Partido Popular, porque yo desde luego creo que es una mala noticia para la democracia que Vox adquiera poder de gobierno. Pero si alguien tiene como ejemplo a Antonio Tajani, que está gobernando en Italia con Meloni, que es de la extrema derecha, pues todo se pega, como diría mi abuela.
-¿La composición de la Mesa de la Junta General será una prueba de fuego? ¿Mantiene el cordón sanitario a Vox?
-Yo desde luego no voy a votar para que Vox entre en la Mesa. Pero es muy difícil que nosotros lo podamos evitar porque el PP ya en la anterior legislatura hizo una alianza con Ciudadanos, que consiguió tener los dos puestos en la Mesa.
-¿Por qué ve difícil que Vox no esté presente en la Mesa si la izquierda tiene mayoría?
-Porque la votación es diferente. Es decir, primero se vota la Presidencia, luego se votan a la vez los dos vicepresidentes y a la vez los dos secretarios. Con lo cual, matemática pura: unos votan en una opción y otros en otra, con lo cual siempre sale. Es decir, si el PP cede a Vox un puesto en la Mesa, eso es porque el PP lo quiere.
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