«Ellos se enfadarían muchísimo si dejamos de hacer esta pasión realidad»

Una desgracia para el automovilismo y, sobre todo, para la familia y amigos de Julio César Castrillo, de Grado, y Francisco Javier Álvarez, de Oviedo, dos pilotos muy queridos y conocidos en sus respectivas localidades. Durante todo el día de ayer no dejaron de entrar y salir personas del Tanatorio de Los Arenales (Oviedo) y el Tanatorio Villa de Grado para transmitir sus condolencias a las familias de los fallecidos. Entre el dolor y la incredulidad de lo sucedido, algunas allegados sacaron fuerzas para verbalizar el recuerdo que guardan de sus amigos. «Por encima de todo, era una buena persona; amante del mundo del motor, de su familia y de sus amigos», remarcó una mujer que velaba a Francisco Javier Álvarez y que prefirió mantener su anonimato. Lo mismo pasó en Grado. Pese a los duros momentos que estaban viviendo, una mujer que era «como de la familia» recordó, emocionada, que Julio César Castrillo «era muy buena persona, conocido en todo Grado y muy querido por todos, como su familia».

No fueron pocos los mensajes de cariño que llegaron por parte de importantes figuras del mundo del automovilismo. Entre ellos, Carlos Sainz (padre), que trasladó su pésame a la familia y lamentó que «nuestro deporte, a veces, nos recuerda lo duro que puede llegar a ser». El presidente de la Real Federación Española de Automovilismo (RFEDA), Manuel Aviñó, también hizo llegar sus condolencias tanto a la familia como a «los compañeros del automovilismo asturiano». En la misma línea se expresó el piloto de rally Dani Sordo, conmocionado por la noticia.

Carlos Márquez Ron, presidente de la Federación de Automovilismo del Principado de Asturias (FAPA), expresó que «este deporte nos ha dado donde más nos duele, se nos han ido dos amigos» y afirmó que «no sé de dónde sacaremos fuerzas para seguir, pero Javi y Julio se enfadarían muchísimo si dejamos de hacer esta pasión realidad».

También enviaron su apoyo otros pilotos de rally como Esteban Vallín, Javi Villa, Jonathan Pérez o René Rúa, quienes incidieron en que «es imposible creer que es cierto». Vallín recordó los «muchos momentos en común» y apuntó que «Julito y Javi seguirán siempre con nosotros». Por su parte, Ángel Paniceres dio las gracias a Javier, que fue su copiloto largo tiempo «por guiarme en mi vida y en las carreras». «Se me ha ido medio corazón», confesó, roto de dolor.