«La muerte del cazador fue mala suerte, las normas de seguridad se cumplieron»

Consternados aún por su fallecimiento, el presidente de la Sociedad de Cazadores de Cabranes, Gonzalo Aumente González, aseguró ayer que «las normas de seguridad se cumplieron». «No se cometió ninguna impudencia», remarcó. También puntualizó que «no es nada habitual que ocurran este tipo de cosas». Un rebote de una esquirla acababa con la vida del sierense. Aunque los equipos médicos pudieron llegar hasta la zona donde se produjo el accidente, nada pudieron hacer para salvarle la vida.

«Era una muy buena persona», recordaba sobre quien fuera su compañero en la citada sociedad de caza.

«Era un apasionado de lo que hacía y una buenísima persona, que era amable con todos los que le conocían», destacó Gilberto Guarda, quien también conocía a la víctima.

«Es una pena que haya ocurrió esta tragedia, me sorprendió muchísimo y no me lo puedo sacar de la cabeza», añadía, tratando de asimilar aún la tragedia: el fallecimiento de su amigo durante una cacería de jabalíes por el rebote de una esquirla, según los primeros datos de la investigación en marcha para determinar lo sucedido.

La Guardia Civil, por su parte, confirmó que tanto el fallecido como el grupo de cazadores que se encontraban con A. M. tenían todos sus permisos de caza en regla. El instituto armado ha iniciado una investigación para esclarecer lo sucedido, dentro de ese procedimiento se les practicó una prueba de alcoholemia a quienes participaron en la jornada de caza.