«Todo el mundo le apreciaba, es una desgracia terrible»

Misis trabajaba como comercial en una empresa de papelería en Oviedo y llevaba en su puesto más de 25 años. «Era una persona que no tenía problemas con nadie, todo el mundo le apreciaba», afirmó Ana González, totalmente devastada. Alejandro Misis no sólo practicaba la caza, sino que «era un aficionado del deporte» en general y pertenecía al grupo de ciclismo Pumarada, de Pola de Siero, donde tenía muchos amigos.

«Nadie podía creerse lo sucedido cuando nos enteramos, mi marido no lo podía asimilar, tenían muy buena relación, ha sido una desgracia y una forma terrible de empezar el año», añadía Ana González, visiblemente afectada.

El presidente de la Federación Asturiana de Caza, Valentín Morán, también se sentía «consternado» cuando supo lo que había sucedido. «Son cosas que no entiendes por qué suceden y que no deberían ocurrir», aseguró.