Los médicos estabilizan al parricida de Soto de Ribera antes de su traslado a prisión

Ocho días después de su ingreso, los médicos han conseguido estabilizar al paciente, que, según ha podido saber EL COMERCIO, ha comenzado a tener más conexión con su entorno. Sin embargo, continúa teniendo un comportamiento agresivo con el personal que lo atiende. Se encuentra custodiado por agentes de la Guardia Civil durante las 24 horas del día en la habitación del área de Hospitalización en la que permanece solo, sin acompañante.

Los informes médicos revelan que en el momento en el que mató y decapitó a su padre, Miguel Muñiz, sufría un brote psicótico agudo, tal y como han determinado los médicos psiquiatras que le han atendido en la última semana en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Las pruebas a las que fue sometido no han revelado daño cerebral alguno y según las exploraciones, el hombre sufrió un cuadro agudo de psicosis. No le constaban antecedentes psiquiátricos y tampoco sus familiares refirieron episodio violento alguno. Sin embargo, los médicos consideran que pese a no estar diagnosticado, pudo haber algún síntoma previo al brote agudo que hubiera pasado inadvertido para su entorno y al que en ese momento no le dieron relevancia.