La autopsia desvela que el desmembramiento del cuerpo de Santos Conrado se realizó con una radial

El macabro crimen del barrio de El Villar, en el distrito langreano de La Felguera, ha conmocionado a todo el valle del Nalón y al resto de Asturias. Fueron necesarios cuatro días para localizar las partes del cuerpo de Santos Conrado, de 71 años, que su inquilino repartió dentro de bolsas de basura por los matorrales cercanos a la vivienda que compartían, en el número 30 de la calle Joaquín Costa.

La investigación llevó en las primeras horas a centrar sus esfuerzos en el, por el momento, único acusado, José Javier R. E., de 58 años, a quien el fallecido tenía alquilada una habitación desde hacía meses. Su mala relación, confirmada por los vecinos, sus manifestaciones dispares y erráticas cuando le preguntaban por su casero –al que no se le veía desde hacia días– y numerosas contradicciones en su primera declaración hicieron que en apenas 24 horas se detuviese al ahora autor confeso de la muerte de Santos Conrado.

En todo momento, se mostró colaborador con los agentes de la UDEV de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, que se hicieron cargo de la investigación desde el mismo día en que se localizaron los primeros restos en una huerta cercana al lugar de los hechos. Si bien en algunos momentos mostró lo que califican como un carácter agrio.

La aparición el viernes 22 de las primeras partes del cuerpo, la parte baja de las piernas y el tórax posibilitó que la autopsia confirmase que el hombre de 71 años había sido asesinado de tres puñaladas en el tórax. Con la aparición del resto de las partes, que culminó el lunes 25, se determino que el desmembramiento, en hasta 10 partes, del cuerpo se produjo, según la autopsia, con una radial. Y el mismo se efectuó en el patio trasero de la vivienda que compartían horas después de haber terminado con la vida de su casero. Las investigaciones apuntan a que durante días se dedicó a mutilar el cadáver en la vivienda en la que la víctima le alquiló una habitación hace escasos tres meses.

Según adelantaba EL COMERCIO, los agentes habrían recuperado el arma homicida: un cuchillo de grandes dimensiones con el que presuntamente consumó el crimen aproximadamente seis días antes de que empezasen a aparecer los restos mortales. Las investigaciones apuntan a que durante días se dedicó a mutilar el cadáver. Aquí fue importante el relato de varios vecinos, que aseguraron a los agentes que lo habían visto llevando bultos, con el carretillo y apoyado en una muleta. No recorrió grandes distancias, dejó la mayor parte de las bolsas en las que había metido los restos cerca de la vivienda.

Todo parece apuntar que la investigación entra en su recta final. José Javier R. E. relató ante el juez y el fiscal el pasado martes como habría sucedido el crimen. El motivo principal, según las primeras averiguaciones, señalan que entre la víctima y el presunto asesino, que el juez envió a prisión provisional y sin fianza, había desavenencias económicas motivadas por temas relacionados por la venta y el consumo de sustancias estupefacientes. Habría sido ese el motivo.

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