![«La historia del pleito de los delfines forma parte de Candás»](https://s2.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2024/09/08/97840091.jpg)
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La historia del pleito de los delfines ya no tiene nada de cuento, ahora forma parte de nuestra historia». Así lo dijo ayer Eloy Gutiérrez, situado en el Paseín de Candás, frente al edificio del antiguo Ayuntamiento. En ese lugar, en un escenario improvisado, la compañía de teatro candasina É Vero, dirigida por Verónica Gutiérrez, representó uno de los momentos históricos más curiosos de la villa marinera, un juicio contra estos cetáceos celebrado hace 400 años.
En 1654, los calderones y delfines eran muy asiduos a las costas asturianas, donde se zampaban casi todas las capturas de los pescadores. Artos de la situación y con el apoyo de marineros de Gijón y de Luanco, los candasinos decidieron presentar una denuncia ante el obispo. El 8 de septiembre de aquel año se celebró la vista y, en ella, los delfines perdieron y nunca más volvieron a molestar durante la pesca.
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Lo ilógico de la situación y el hecho de que se fuera transmitiendo de boca en boca, hizo que al final se convirtiera en una fábula; pero en 1980, Marino Busto, cronista del concejo de Carreño, descubrió en el Archivo Histórico Provincial de Oviedo el 'protocolo del notario don Juan de Valdés', quien participó legalmente en aquel proceso judicial. Su veracidad hizo que se convirtiera en parte de Candás y, con el aniversario a las puertas, la Concejalía de Cultura decidió idear una representación que conmemorara aquel momento, por lo que le propuso el proyecto a la compañía de teatro.
Por eso, ayer, cerca de la una de la tarde, apenas se podía caminar por el Paseín. Un centenar de vecinos, algunos enterados del evento, y otros simplemente curiosos, se acercaron a conocer un poco del juicio, como la candasina Cristina Rodríguez, que veía la obra «una forma bonita de dar a conocer la historia del pueblo».
Fue Verónica Gutiérrez, de la compañía É Vero, quien hizo de maestro de ceremonias, acompañada del grupo Les Ayalgues de Carreño como el pueblo y el Coro de la Danza Prima de María Esther Vega, quienes cantaron varias tonadas marineras.
En un punto intermedio entre lo cómico y lo histórico, la parte a favor y en contra quedó reflejada en una batalla verbal entre ecologistas pro-delfines y pescadores del siglo XVII, llegados ambos desde la plaza Baragaña y el muelle, donde acabó terminando la recreación con la Danza Prima y el aplauso del público. «Ha sido una vorágine, pero esta historia apetecía contarla y mucho», declaró Gutiérrez al terminar. Con el éxito a la vista, el único deseo de la compañía es «poder repetirlo».
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
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