Si has sufrido un infarto, este importante paso ayudará a que no se repita

Los datos evidencian que esta actitud es habitual y grave, pues alrededor del 90 por ciento de los pacientes coronarios abandona el tratamiento a los tres años de haber sufrido un evento, multiplicando el riesgo de tener un nuevo.

De hecho, se estima que, en la fase crónica de la enfermedad, alrededor del 70 por ciento de los fallecimientos se deben a haber dejado la medicación y los hábitos de vida cardiosaludables.

Es por ello que las asociaciones de pacientes son fundamentales para ofrecer información y atención personalizada y “llevar a cabo un seguimiento continuo que garantice la adherencia al tratamiento y evitar posibles recaídas”, recordó María Victoria Mengibar.

Cómo ayudan las asociaciones a evitar que se repita el infarto

En este artículo vamos a explicar la labor de estas asociaciones, con las aportaciones de miembros de asociaciones de pacientes que han participado en los encuentros de XLSemanal Ponle Corazón celebrados este año en distintas ciudades españolas.

Entre todas las actividades que desarrollan, las de informar, acompañar y empoderar al paciente son las principales.

Refuerzan la adherencia al tratamiento

Acompañar al paciente en su día a día, evitar que se sienta solo, es una de las aportaciones más valiosas de las asociaciones de pacientes. En ellas se realizan actividades de salud compartida, como puede ser salir a caminar juntos, organizar sesiones informativas donde se recuerdan hábitos de promoción de la salud y la importancia de seguir la medicación.

“Realizar actividades de salud de forma compartida, en grupo, refuerza la adherencia al tratamiento”

“Simplemente el sentirse dentro de un grupo es una gran ayuda. Ayudamos a mantenerles incentivados, a darles apoyo psicológico. Las asociaciones empezamos a constituirnos precisamente para trabajar la adherencia a los tratamientos”, explicó Margarita Reina, presidenta de Cardio Sevilla y vicepresidenta de la Federación Andaluza de Rehabilitados Cardíacos.

Recuerdan hábitos saludables

El 80 por ciento de la incidencia cardiovascular puede evitarse actuando sobre hábitos de vida. En las asociaciones se instruye en la práctica de ejercicio físico a diario, en el seguimiento de la dieta mediterránea y en el abandono de hábitos nocivos como el tabaco o el alcohol.

“Hacemos charlas que promuevan hábitos saludables y la lucha contra el LDL, el gran enemigo”

Emilio Ferreiro, secretario de la Asociación de Pacientes y Minusválidos, Cardiópatas y Anticoagulados de A Coruña (APACAM), puso el acento en lo importante que es la formación de los pacientes: “Con charlas que promuevan hábitos saludables y en luchar contra el LDL, el gran enemigo. Antes había que bajar de 100 y ahora de 55, parece imposible, pero ¡se puede!, yo lo he logrado”.

Atienden y asisten al familiar del paciente

Superar un evento cardiovascular también impacta en la familia del paciente, ya sean pareja, hijos o hermanos. En ocasiones, ellos también están faltos de información y apoyo. Como explicó Ricardo Curto, de la Asociación Canarios con Corazón, que participó en el encuentro XLSemanal Ponle Corazón de Las Palmas, “preguntan qué deben hacer para cuidar a su marido o a su mujer, cómo tiene que ser la alimentación, cómo tienen que ser sus cuidados, y qué hacer para incentivarle cuando se deprime”.

En las asociaciones, pueden encontrar el apoyo que necesitan, porque cuentan con lo que llaman ‘pacientes expertos’, que están preparados para resolver dudas referentes a hábitos, indicadores, o cuestiones de aspecto psicológico.

“Los pacientes formados son ejemplarizantes en sus entornos, enseñan buenos en las familias, en los colegios”

Margarita Reina, presidenta de Cardio Sevilla y vicepresidenta de la Federación Andaluza de Rehabilitados Cardíacos, consideró que “las asociaciones son un valor en salud, por que tenemos pacientes formados, que no solo se cuidan a ellos, sino que son ejemplarizantes en sus entornos, un ejemplo a seguir en su familia, y que trabajan con sus ayuntamientos, con los colegios, con los niños, sobre todo en relación con actividad física”.

Recordemos que para cuidar nuestra salud cardiovascular debemos realizar un mínimo de 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana y dos o tres días de entrenamiento con ejercicios de fuerza.

Empoderan en el control de su enfermedad

Además de llevar una vida sana y seguir el tratamiento médico, otro aspecto fundamental es llevar el control de los indicadores que evalúan nuestro riesgo cardiovascular, como es el colesterol, el azúcar, la tensión, el peso… Hacerlo con constancia y además consultar con el equipo sanitario de seguimiento cualquier duda que podamos tener, forma parte de lo que se llama el empoderamiento del paciente.

“Empoderar al paciente ayuda a que tome conciencia de su enfermedad y facilita el autocuidado”

Este empoderamiento supone la toma de conciencia del enfermo de su enfermedad y el ser parte activa de la lucha contra la misma. Tomás Fajardo, secretario de la asociación Cardioalianza y paciente cardiovascular tras sufrir dos infartos, nos lo explicó con claridad en una entrevista: “Yo creo que cada día hay más gente que quiere saber lo que tiene. Porque conocer la enfermedad y sus consecuencias, saber cómo te está afectando, te ayuda a combatirla y superarla”.

“Se puede llevar una vida activa, con calidad, donde disfrutar del circulo de amigos”

Tiene la misma opinión Cecilia Salvador, presidenta de la Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardíacas y Anticoagulados (AEPOVAC), que en su participación en el encuentro XLSemanal Ponle Corazón de Madrid expresó que “un paciente empoderado es un paciente activo, que conocerá mejor sus riesgos. También es importante mejorar la relación entre paciente y médico. Cuando puedes compartir dudas, expresar qué te pasa y acordar decisiones con el médico, te comprometes más”.

Enseñan a disfrutar de la vida como paciente crónico

En las actividades al aire libre y en las charlas formativas, las asociaciones de pacientes enseñan a tener una vida con calidad y satisfactoria como enfermo cardiovascular. Se puede tener una vida plena, donde se disfrutes de tu círculo de amigos y de la vida social. No hay tantas restricciones.

“Hay cervezas sin alcohol, que yo suelo tomar de vez en cuando. Hay aperitivos saludables, por ejemplo, tomar unas almendras -explicó Ricardo Curto- Yo recomiendo a los enfermos cardíacos que es importante que tomen ellos mismos sus medidas de profilaxis. Pueden controlar semanalmente sus constantes vitales: peso, tensión, azúcar en sangre, colesterol con un aparato adecuado… Ayuda a que el propio paciente haga seguimiento y vea si tiene que reducir azúcar, grasas… Lo importante es seguir cuidándose. Siempre queda el recuerdo de haber pasado por el quirófano, por la UCI, de estar intubado… Uno no quiere volver”.

Cómo buscar una asociación de pacientes cerca

En los hospitales y centros de salud pueden informarnos sobre asociaciones de pacientes cardiovasculares. Sin embargo, si no lo hemos hecho aún, podemos consultar ya en la página de la Fundación Española del Corazón que ofrece un listado amplio por comunidades autónomas.

¿Quieres ser un paciente experto?

La Fundación Española del Corazón dispone también de la Escuela del Paciente Experto, una iniciativa que consisten en formar al paciente y a su familia en su patología, facilitando la adopción de comportamientos y conductas saludables que tengan como resultado la mejora de la evolución de su enfermedad.

Sus objetivos principales son:

• Dar apoyo para que pueden continuar con su vida diaria.

• Ayudar a resolver situaciones difíciles relacionadas con su vida personal o familiar

• Responsabilizarle de su autocuidado

• Formarle para que pueda a su vez ayudar a otros pacientes, pues pueden crear redes de apoyo mutuo, y ayudar también a los profesionales médicos sugiriéndoles mejoras en la calidad de los servicios o compartiendo dudas sobre la enfermedad cardiovascular.

La Fundación ofrece cursos de conocimientos generales y otros específicos, por ejemplo, sobre cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca o lípidos. Constan de distintos módulos y son evaluables mediante un test.