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¡Cuidado! Los pequeños síntomas de enfermedad cardiovascular que puedes estar pasando por alto

¡Cuidado! Los pequeños síntomas de enfermedad cardiovascular que puedes estar pasando por alto

Fatiga al realizar el recorrido que siempre se ha hecho con comodidad, dolor en el abdomen o un desvanecimiento… Hay situaciones que pueden ser circunstanciales u obedecer a síntomas de enfermedad cardiovascular. Te explicamos cómo salir de dudas y no correr riesgo.

Miércoles, 10 de Mayo 2023

Tiempo de lectura: 10 min

Sin obsesionarse, pero a partir de los cuarenta años, cuando se recomienda un chequeo de salud anual, debemos estar atentos a los síntomas de enfermedad cardiovascular.

Aunque pensemos que nos estamos cuidando, que lo hacemos todo bien, no debemos olvidar que la enfermedad cardiovascular (CV) es la principal causa de mortalidad en el mundo y que representa, con 17,9 millones de fallecimientos en 2019, el 32% de las muertes globales. Igualmente, en España la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte con más de 120 mil fallecimientos al año.

Detrás de la enfermedad cardiovascular y de sus síntomas se encuentran factores de riesgo relacionados con hábitos de vida como la obesidad, el colesterol, la diabetes, la hipertensión, el sedentarismo, el tabaco y el consumo de bebidas alcohólicas.

Estos hábitos no tienen impacto inmediato en la salud pero cuando aparece la enfermedad cardiovascular y da la cara suele hacerlo con eventos fatales, como el infarto o el ictus.

Los síntomas con los que nuestro cuerpo alerta de un riesgo

Es por eso por lo que además de cuidarnos, conviene vigilar esos pequeños toques de atención que nos da nuestro cuerpo. La doctora Miriam Sandín, miembro de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), nos aclara las dudas.

P. ¿Cuáles son los síntomas que pueden delatar la existencia de enfermedad cardiovascular?

R. Sobre todo el dolor torácico que aparece con los esfuerzos, la disnea o fatiga, que es el nombre con lo que las personas entienden esa sensación de falta de aire. Ante estas situaciones debemos pensar que puede pasar algo. Hay que matizar que no se trata de cualquier dolor o de ese dolor torácico que se modifica con los movimientos (si levanto el brazo o si me apoyo o aprieto en una zona determinada me duele), sino un dolor más interno o profundo que la gente suele describir como opresivo. Este es un dolor en el pecho, que se asocia con sensación de falta de aire y que, o bien se irradia hacia el cuello y hacia la espalda o hacia la boca del estómago.

P. Cuando hablamos de fatiga en situaciones de la vida cotidiana ¿puede ser la dificultad para subir unas escaleras?

R. Eso es, descubrir que hay mayor dificultad de lo habitual. La aparición de disnea en actividades donde antes no había nada es una alarma. Por ejemplo, antes yo subía la cuesta que llevaba a mi casa y no me cansaba, y ahora sí me canso.

P. Cuando una persona de mediana edad empieza a hacer ejercicio y observa que se cansa, ¿puede ser simplemente falta de entrenamiento?

R. A veces es difícil diferenciar entre falta de entrenamiento y una patología. Lo ideal en estos casos es acudir al médico de cabecera. Si el electro es normal y no hay factores de riesgo cardiovascular, en principio no hay que pensar en nada más.

Lo más importante es valorar la probabilidad que nosotros llamamos ‘pre test’, que es la que se establece en función de los factores de riesgo.

En urgencias, ante un mismo caso de dolor torácico en dos personas de la misma edad y del mismo sexo, se actúa de forma diferente cuando el paciente tiene factores de riesgo

Una persona de mediana edad puede no haber tenido un evento, pero si es hipertenso, es diabético, tiene una dislipidemia mal controlada -es decir que tiene el colesterol alto-, es obeso y además es fumador, la probabilidad de enfermedad cardiovascular es mucho más alta que en una persona delgada que no incurre en esos otros factores.

En urgencias, ante un mismo caso de dolor torácico en dos personas de la misma edad y del mismo sexo, actúo de forma diferente cuando el paciente tiene factores de riesgo que cuando no los tiene. Hay que hacer hincapié en la población general en que, si aparecen esos síntomas, puede ser falta de entrenamiento, pero si tiene factores de riesgo habría que consultar.

Pruebas médicas cuando hay dolor torácico

Entre las enfermedades cardiovasculares, las de origen aterosclerótico (ECVA) suponen la principal causa de muerte, siendo la cardiopatía isquémica y el ictus, con un 16% y un 11% de la mortalidad registrada, las dos primeras causas de muerte en el mundo. Para luchar contra la aterosclerosis, el control de los niveles de colesterol, un claro factor de riesgo, es fundamental.

P. ¿Cuál es la pauta en la consulta en caso de factores de riesgo?

R. Si las características del dolor son típicas, estudiamos el dolor torácico normalmente con una ecografía o con una prueba de isquemia, que es diferente a cada hospital. En unos centros se hace una ergometría, en otros hospitales hacen una ecografía.

Controla síntomas de enfermedad cardiovascular al hacer ejercicio

La fatiga o disnea al hacer ejercicio puede ser síntoma de enfermedad cardiovascular.

En un paciente que no tiene ningún factor de riesgo, y que el dolor tampoco nos sugiere nada, entonces se hace un electro y una determinación analítica de control. Así evaluamos, por ejemplo, si es diabético o no, si tiene colesterol o no. Porque a veces los pacientes te dicen que no tienen el colesterol alto o que no son diabéticos, pero porque no lo saben. Entonces, ante estos casos, lo mínimo es un electro y una analítica.

P. ¿Los síntomas de enfermedad cardiovascular son distintos en hombres y mujeres?

R. Hay más mito que realidad. Las características del dolor sí pueden ser algo diferentes. En las mujeres se irradia más hacia el cuello y la mandíbula y en los hombres más hacia la boca del estómago, pero ambos tienen dolor torácico por igual y en general son bastante parecidos. Es más, es hay que señalarlo, que es más mito que realidad. A las mujeres les duele el corazón igual que a los varones.

P. ¿Algunos síntomas pueden ser pueden afectar también psicológicamente, tienen algún aspecto neurológico?

R. No, es al revés. Es el estrés el que puede predisponer a la enfermedad, y es el estrés y la ansiedad los que pueden hacer que se confunda la enfermedad o predisponer a ella. No hay síntomas neurológicos, salvo que uno presente una alteración en la función cardíaca y entonces se tenga mareo o se sufra un síncope, o alteraciones arrítmicas. Si uno tiene mareos espontáneos -que no son al girar la cabeza ni cambiarse de postura-, o un síncope, que es un episodio de pérdida de conocimiento con caída brusca al suelo, ahí también hay que acudir al médico.

 P. ¿Una persona joven, con 20 años, puede tener síntomas de este tipo?

R. Aunque algún caso hemos visto, 20 años es un poco joven. Cuando sucede es porque suele haber algo debajo, un hipercolesterolemia familiar que no conocen, por ejemplo. Pero si es completamente sano, es difícil que suceda, porque la patología cardiovascular tiene muchísima relación con los factores de riesgo. Estos factores de riesgo aparecen con la edad y con los malos hábitos de vida. No hacer ejercicio, no hacer dieta y fumar entre otros.

P. Si observas que tu hijo pequeño no puede correr bien o que se cansa, ¿sería motivo de alarma?

R. Sí, porque hay cardiopatías congénitas, pero es muy poco frecuente y debutan antes. Los pediatras suelen identificarlas porque se manifiestan como soplos o como retraso en el desarrollo; son niños que no crecen bien, o se cansan enseguida. Es difícil que esos niños lleguen a los 8 años sin que el pediatra haya identificado algún problema, que no crece o tiene un soplo.

Para controlar riesgos, adoptemos hábitos saludables

Los expertos indican que con hábitos saludables y un control médico se puede reducir hasta un 85 por ciento el riesgo cardiovascular. Para ello es clave que todos nos concienciemos de luchar contra los factores de riesgo a diario, que sea una forma de vida.

P. ¿Hasta qué punto los síntomas de enfermedad cardiovascular pueden desaparecer con hábitos saludables? ¿Puedo recuperar mi calidad de vida?

R. Se puede recuperar la calidad de vida completamente, controlando los factores de riesgo cardiovascular, cumpliendo el tratamiento terapéutico, perdiendo peso y dejando de fumar. Es lo que hacemos en las unidades de rehabilitación cardíaca, con los pacientes que han tenido un evento coronario. Ahora lo estamos empezando a aplicar también para tratar la insuficiencia cardíaca.

“Con hábitos saludables puede combatirse la enfermedad cardiovascular, sus síntomas y recuperar calidad de vida”

A estos pacientes en rehabilitación se les somete a un programa intensivo, dirigido por un cardiólogo, con colaboración de una enfermera y una fisioterapeuta, y se hace ejercicio físico con ellos. Dependiendo de si el paciente es de mucho riesgo, está también un cardiólogo y se insiste mucho en la dieta que tienen que llevar, el tratamiento que tienen que seguir, en que pierdan peso y en dejen de fumar.

La enfermedad cardiovascular impacta en la calidad de vida

Este programa de rehabilitación cardíaca suele durar entre 8 y 12 semanas y la reincorporación tanto al trabajo - hablo de pacientes que han tenido un evento-, como a su actividad normal es completa en la mayoría de los casos. Por otro lado, con estas pautas de control de riesgo se puede corregir la situación antes de que suceda el evento.

P. ¿Cuál es el mayor impacto en la calidad de vida diaria cuando se tiene un infarto?

R. La reincorporación laboral les cuesta mucho. Por miedo y porque a veces no se recomiendan ciertos puestos de trabajo que afecten mucho estrés. Y luego el estrés psicológico es una consecuencia también, siendo más frecuente cuanto más joven es el paciente. Cuesta asumir que ‘yo que lo hacía todo bien, que no tenía la tensión alta, ¡cómo me ha pasado esto!’.

P. El tratamiento psicológico también será importante

R. También se aborda en las unidades de rehabilitación cardíaca. En el apoyo psicológico hay charlas grupales donde se explica la enfermedad, por qué a veces aparece, aunque lo haga todo bien, y eso ayuda bastante.

P. ¿Estos eventos afectan también a las relaciones sexuales?

R. Afecta también porque mucha gente tiene miedo, aunque normalmente a los pacientes le decimos que a los que, a partir de los 15 días, pueden retomar su actividad física habitual. Aquí se incluye las relaciones sexuales. Hay algunos fármacos que en los varones producen un poquito de impotencia. Pero también lo tenemos en cuenta y se puede sustituir por otros o bajar la dosis o incluso suspender.

 P. ¿Cuáles son las consecuencias de menor a mayor  en casos de ictus? Es la segunda causa de demencia.

R. Hay un amplio abanico de posibilidades, desde que no haya ninguna secuela porque sea un evento transitorio y se recupere rápido, hasta que quede alguna parte del cuerpo que no se mueve bien o haya pérdida de fuerza. Puede también provocar alteraciones del habla o pérdida de memoria, demencia y mayor incapacidad. Hay gente que se queda hemipléjica y tetrapléjica y hay gente que se queda completamente vegetal, porque depende del territorio que afecte del sistema nervioso central, y no solo del territorio, sino de la extensión. No es lo mismo que ocurra en una arteria pequeña que una arteria grande principal y que prácticamente afecta medio cerebro.

P. Para evitar llegar a esta situación, ¿cuál es la mejor prevención?

R. Partimos siempre de lo mismo: evitar los factores de riesgo, isquemia, fumar, diabetes, estar obeso, no hacer ejercicio, por supuesto otras drogas. Estar atentos a los síntomas que puedan aparecer y hacer una revisión mínima al año a partir de los cuarenta años.

Síntomas comunes a los que estar atentos

La enfermedad cardiovascular puede manifestarse con una amplia variedad de síntomas, que pueden variar de persona a persona y también dependiendo del tipo específico de enfermedad cardiovascular que se tenga. Algunos de los comunes son:

  1. Dolor o molestia en el pecho

  2. Dolor en el brazo, el cuello, la mandíbula, la espalda o el abdomen

  3. Falta de aire o dificultad para respirar

  4. Sensación de fatiga y debilidad

  5. Mareo o desmayo

  6. Palpitaciones o arritmias

  7. Sudoración excesiva

  8. Náuseas o vómitos

Hábitos saludables contra los síntomas de enfermedad cardiovascular

Sí, adoptar hábitos de vida saludables puede ayudar a reducir o eliminar algunos síntomas de enfermedad cardiovascular. Algunos de los cambios de estilo de vida que pueden ayudar incluyen:

  1. Seguir una dieta saludable y equilibrada: reducir la ingesta de grasas saturadas y azúcar, y aumentar la ingesta de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado y carnes magras.

  2. Hacer ejercicio regularmente: por ejemplo, ejercicio aeróbico de intensidad moderada como caminar, correr, nadar o hacer bicicleta. Así podemos mejorar la saludad cardiovascular, reduciendo la presión arterial y el colesterol.

  3. Dejar de fumar: el tabaco es un importante factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular.

  4. Controlar el estrés: el estrés crónico puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular; suele ir acompañado de hábitos nocivos como comer de forma desordenada, fumar o beber. Practicar técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud cardiovascular.

  5. Vigilar la presión arterial y el colesterol: mantener la presión arterial y los niveles de colesterol bajo control puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Es importante destacar que aunque estos hábitos saludables pueden ayudar a reducir los síntomas de enfermedad cardiovascular, es posible que no los eliminen completamente. Por lo tanto, es importante trabajar en estrecha colaboración con un médico y seguir sus recomendaciones para el tratamiento y la gestión de la enfermedad cardiovascular.