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El aspartamo, uno de los edulcorantes artificiales más utilizados en la alimentación, entrará en julio en la lista de «posibles carcinógenos para los seres humanos» de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La industria alimentaria emplea este ingrediente para sustituir el azúcar en multitud ... de productos, desde refrescos a dulces, bebidas energéticas y hasta chicles.
La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) de la OMS ha evaluado el potencial cancerígeno del edulcorante y, según ha avanzado la agencia Reuters, en los próximos días declararán esta sustancia como 'posible carcinógeno'. Y no es el único organismo que ha puesto la lupa en el aspartamo. También el comité de aditivos alimentarios de la JECFA – científicos de la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación–, está revisando este producto y su uso en alimentos y bebidas y emitirá un informe el próximo 14 de julio, que posiblemente endurecerá anteriores recomendaciones y restricciones sobre su uso. La labor de este comité de aditivos es establecer la probabilidad de que una sustancia o alimento cause un tipo específico de daño (como el cáncer) en determinadas condiciones y niveles.
Desde 1981, el JECFA asegura que el consumo de aspartamo es seguro dentro de unos límites diarios aceptados, que fijan unas cantidades muy elevadas. Por ejemplo, con sus actuales recomendaciones, un adulto que pese 60 kilos debería beber más de 12 latas de refresco al día para superar esta cantidad aceptable. Esa opinión ha sido ampliamente compartida por los organismos reguladores nacionales en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, las investigaciones más recientes están poniendo en tela de juicio que esos límites tan elevados de consumo no supongan un riesgo para la salud. LEn la industria alimentaria, especialmente en el sector de los refrescos, se han encendido todas las alarmas, ya que puede tener un fuerte impacto en las ventas.
De todos modos, la declaración del aspartamo como posible cancerígeno para el ser humano por parte de la OMS puede «resultar confuso para el público y desatar una alarma entre los consumidores que no está justificada», aclara Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y conocido en redes sociales como 'Gominolas de petróleo'. «Esta declaración no es cuantitativa, sino cualitativa. No se basa en la peligrosidad de esos agentes o sustancias, sino en la evidencia de una relación entre el consumo de aspartamo y la posibilidad de que se desarrolle la enfermedad, pero sin determinar el nivel de riesgo», precisa. Pone un ejemplo: «La OMS incluye el tabaco y el bacon en el mismo grupo de sustancias y alimentos cancerígenos, cuando no es comparable. Sabemos que el tabaco causa cáncer, pero en el caso del bacon no es el mismo nivel de peligro o de relación directa con esta enfermedad».
Lurueña incide en que, en todo caso, no se trata de eliminar de nuestra dieta un refresco o un ultraprocesado y sustituirlo por otro que no tenga un determinado edulcorante. «Lo importante es llevar hábitos de vida y alimentación saludables», resalta.
El aspartamo está compuesto por dos aminoácidos (fenilalanina y ácido aspártico) y metanol, una sustancia que «en altas cantidades resulta tóxica», aclara el experto. Aparece en las etiquetas como E-952. Es un edulcorante de bajo contenido en calorías y 200 veces más dulce que el azúcar. En Europa está autorizado su uso como aditivo en refrescos, bebidas energizantes, postres, dulces, lácteos, productos para controlar el peso y como sustituto del azúcar de mesa. Desde hace 30 años ha sido objeto de numerosas investigaciones ante las sospechas de posibles efectos perjudiciales para la salud.
La decisión de la OMS se suma a una reciente directriz de este organismo en la que desconsejaba el uso de edulcorantes para controlar el peso corporal. La recomendación se apoyaba en los resultados de una revisión de las evidencias científicas y advertía de que su consumo puede causar un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y un incremento de la mortalidad en adultos.
Dónde encontramos el E-951
Bebidas Refrescos carbonatados, bebidas nutricionales proteicas y energizantes, té en polvo, zumos, yogur líquido y bebidas vegetales...
Postres Gelatinas, helados, pasteles, mermeladas, galletas, cremas de frutas, caramelos...
Otros lTortitas, chicles, pastillas de menta para el aliento, cacao instantáneo, ketchup, barritas nutritivas, edulcorantes de mesa, productos sustitutivos de comidas –batidos, barritas–, yogures...
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