Ser alto también tiene sus pegas... y tienen que ver con la salud

La alerta la ha lanzado la revista 'Plos Genetics' a través de un estudio publicado ayer y firmado por el centro médico Rocky Mountain, de Estados Unidos. La altura ha sido un factor que tradicionalmente se ha asociado con cantidad de afecciones comunes, según explica el internista Agustín Martínez Berriochoa, presidente de la Sociedad de Medicina Interna Aragón, Navarra, La Rioja y País Vasco (SOMIVRAN). Esa asociación entre ambas, añade, nunca ha estado muy clara.

Para ayudar a desvelarla, los investigadores de EEUUse propusieron observar por separado las conexiones entre todas estas enfermedades y la altura real de cada persona. También analizaron las condiciones genéticas de los individuos que participaron en el estudio, uno por uno.

En búsqueda de la mayor luz posible, el equipo decidió utilizar un grupo de población muy amplio. Recurrió para ello a la base de datos del Million Veteran (MVP), un programa de investigación nacional de Estados Unidos centrado en el estudio de los genes, el estilo de vida y las condiciones a las que se exponen los militares y la forma en la que afectan a la salud y la enfermedad. El programa, el más grande del mundo sobre salud y genética, se lanzó en 2011 y desde entonces se han unido a él más de 870.000 veteranos.

Los científicos utilizaron datos de 250.000 hombres y mujeres, uno de cada cinco de raza negra. En Estados Unidos, los estudios acostumbran a hacer esta distinción por si se dieran resultados que obligaran a realizar recomendaciones diferenciadas.

¿Qué descubrieron? Primero, las bondades. Las personas que gozan de más centímetros de altura tienen menos riesgo de enfermedad coronaria, presión arterial alta y colesterol alto.

Pero la lista de desventajas resulta más amplia. Desde hace tiempo se sabía que los altos tienen un mayor riesgo de venas varicosas. También más posibilidades de fibrilación auricular, que es un ritmo cardiaco irregular y a menudo más rápido, algo poco recomendable.

El grupo americano ha completado esa relación de desgracias con una mayor tendencia a infecciones en la piel y los huesos, también más propensión a úlceras en las piernas y los pies. Y lo peor, cuentan con más boletos que nadie para padecer neuropatía periférica. ¿Que qué es eso? Los nervios periféricos son los que quedan fuera del cerebro y la médula espinal. Los dolores en los nervios de las manos y los pies se manifiestan con hormigueo y escozor, y suelen ser punzantes. Pueden resultar muy invalidantes. Todo no iban a ser ventajas.